—— ¿Por qué tengo que estar aquí? Es tu trabajo, no el mío— se queja YoonGi desde el asiento del conductor.
— Creí que May te lo había explicado— sonrió al ver la mueca de mi amigo.
— Si lo hizo... Pero, por favor. Tienen 25 años, ya pasaron por la etapa de la adolescencia y deberían saber cómo funcionan todas esas cosas con los chicos.
— Lo sé, es solo que TaeHyung es diferente.
— Como sea, si logro notar algo positivo entre ustedes dos... Quiero que me nombren padrino de bodas— sentencia con seriedad, aunque sé que en el fondo está sonriendo.
— Ni que eso fuera a pasar. May está loca, no sabe de lo que habla y creo que deberíamos llevarla al oftalmólogo. Necesita una cita con urgencia.
— ¡Al fin! Pensé que era el único que opinaba eso— dice con expresión seria, cualquier persona que no lo conozca diría que habla en serio, pero lo conozco, por lo que sé que lo dice en modo de broma.
— Oigan... Estoy aquí atrás, los puedo escuchar perfectamente, chicos— la voz de May hace que suelte la risa que estaba conteniendo.
— Lo sabemos, por eso lo decimos— habla YoonGi sin quitar su seriedad.
Entre un ambiente de risas, llegamos a mi trabajo. Subimos a mi pequeña oficina en donde YoonGi se dejó caer tranquilamente en uno de los puff que tenía guardado debajo de mi escritorio.
— Juro que podría estar todo el día durmiendo aquí— murmura cerrando los ojos.
— Tu duermes siempre— se burla May—. Además hoy no vas a dormir, tienes que hacer tu tarea.
— Si... Lo sé, pero dejen que duerma un poco— se acomoda en el puff abrigándose con su chaqueta.
May y yo compartimos una mirada traviesa, ambas cogimos uno de los muñecos que tenía en mi escritorio y lo lanzamos en dirección a YoonGi.
Él al recibir el impacto del golpe se cae del sillón al tratar de esquivar los otros muñecos que luego le lanzamos, acto seguido se levanta del suelo y coge los muñecos para lanzarlos, de esta forma iniciando una mini guerra.
Unos leves golpes en la puerta fueron lo suficiente para que nosotros nos pusiéramos alertas y organizáramos el espacio en tiempo récord... Casi.
— ¡En un momento abro!— dije escondiendo el puff.
— Brie, soy Tae. Por favor abre, sé que hicieron un desorden adentro— con solo escuchar su voz gruesa, siento un cosquilleo que me recorre por toda la espina dorsal hasta terminar en mi feminidad.
YoonGi al notar mi calor espontáneo se limita a hacer una mueca y abrir la ventana, mientras que May me lleva al asiento de mi escritorio, acto seguido abre la puerta dejando ver el cuerpo de TaeHyung.
— Lamento molestarte, pero... Ya tenemos que irnos— dice señalando con su cabeza la puerta.
— Si— sonrió— TaeHyung, él es Min YoonGi, mi mejor amigo. YoonGi, él es Kim TaeHyung, compañero de trabajo.
— Un gusto conocerte, me han contado muchas cosas buenas de ti— dice con una mirada pícara de reojo.
«Estúpido, disimula»
Al parecer, el fotógrafo ignoro las últimas palabras del pelinegro y dio una leve sonrisa.
Ya había pasado una semana desde que iniciamos el proyecto, era algo extenso y complicado por lo que a duras penas hemos avanzado, May aprovecho que hoy era el día libre de YoonGi así que lo convenció de traerlo a la empresa, con la excusa de que teniendo a mi amigo como espectador podría dar tanto críticas como sugerencias.
— Bueno, ¿ya nos podemos ir?— pregunté pellizcando disimuladamente el abdomen de YoonGi.
Este, se queja en silencio ante mi "agresividad" sin perder su compostura.
— ¿YoonGi irá con nosotros?— pregunta Tae al notar que el susodicho nos sigue.
— Si, pensé que necesitaríamos un punto de vista externo, como un espectador— digo subiendo al ascensor.
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Unas cuantas horas después estamos organizando el espacio en el que se realizará las fotos, hay varias cámaras por todos lados y para hacerlo más natural decidimos agregar plantas artificiales para la primera parte de la sesión.
— Estoy aburrido, no noto nada diferente— se queja YoonGi a mi lado.
— May solo estaba exagerando, ya sabes cómo es ella— murmuró terminando de dar instrucciones a uno de los chicos que va a estar en la publicidad.
— Como sea— refunfuña volviendo a la silla en la que estaba ubicado antes.
— Muy bien, luego de estas fotos toman un descanso, aunque seguirán siendo grabados durante unos minutos, ubícate con el resto de tus compañeros— le doy instrucciones al último chico y este asiente, haciendo caso a mis palabras.
Vuelvo a mi lugar, viendo en la computadora las fotos ya tomadas mientras hablo con mis compañeras acerca de los ángulos mejores tomados de los chicos, discutiendo los posibles arreglos y las fotos que se podrían usar.
— Bien, opino que de frente captura cierto atractivo pero a la prensa femenina le suele atraer más cuando están de perfil, hace notar más su mandíbula y más cuando presentan un aspecto serio— nos comunica SunMi, haciendo énfasis con sus manos.
— Estoy de acuerdo contigo, sin embargo no hay que olvidar la personalidad de los chicos, ellos son jóvenes y divertidos, también hay que usar las imágenes donde se vean con una sonrisa o riendo pero no tan forzado, puede ser natural, que los resalte por como son— argumenta HeeYoung.
— Si, ambas ideas son buenas, podemos tratar de mezclarlas, aún tenemos fotos de sobra y las podemos usar para los afiches que vayan a sacar, unas se pueden ir para el álbum, otras para la prensa y publicidad— formuló señalando las hojas en donde se están ordenando las ideas para cada fotografía.
— Sí, me gusta— sonríe HeeYoung asintiendo.
— A mi igual, para el vídeo usaremos la misma técnica, después de todo se trata de adolescentes— dice SunMi.
— ¡Si!— cuando anuncian la hora del almuerzo las tres recogemos nuestras cosas y nos vamos al área de comida.
Tae me hace una seña para que me acerque a él, yo ruego para que mis hormonas se tranquilicen.
— Mira, alcance a escuchar un poco sobre lo que estaban hablando y aproveché para sacar estas fotos— dice mostrándome las imágenes capturadas en su cámara.
Todas y cada una muestran lo que, con las chicas, estábamos buscando, los ángulos eran perfectos y la sensualidad reflejaba en ellas, pero también las fotos en las que parecían estar divirtiéndose resaltaban el ánimo y la energía de los chicos.
— Dios, Tae. Son asombrosas— sonrió dedicándole una sonrisa a lo que el aprovecha para tomar una foto— ¡Hey!
— Lo siento— ríe abiertamente mientras toma más fotos.
— ¡Tae! Basta— cubro mi rostro con mis manos sintiendo mis mejillas arder.
— Chica, deberías ser modelo— acerca la cámara a mi rostro por lo que yo me alejo.
— Vámonos, tengo hambre y YoonGi ya debió atacar la comida.
— De hecho él está en la puerta— dice el castaño señalando a mi amigo, quien parecía estar en shock.
Camino hacia YoonGi algo confundida, aunque el pobre no pudo dormir por su presentación anoche.
— ¿Está todo bien?— cojo su brazo saliendo del set.
— Si, solo tengo hambre, necesito renovar fuerzas— apoya casi todo su peso en mi cuerpo.
— Idiota, no soy un burro para cargarte.
— No lo eres, pero si pareces uno.
Entre pequeñas risas llegamos al área de comida, con la sensación de estar siendo observada.
YoonGi.
Siempre fue fácil para mí mentirle a Brie, no me gusta hacerlo, pero la ocasión lo ameritaba. Podría decir que la loca de May tenía razón acerca de ese tal TaeHyung, aunque me dejó con pocas palabras lo que vi.
Mientras Brianna estaba conmigo, TaeHyung no dejaba de enfocarla con la cámara o de verla, no digo que eso sea malo pero su forma de mirarla era escalofriante, había lujuria en sus ojos, lo sé porque reconozco esa mirada y porque es la misma que tenía ella cuando ponía su atención en él.
Una de las fotos se había caído del pequeño maletín del fotógrafo, por lo que la recogí, fue mala idea. En ella, estaba capturada la imagen de mi mejor amiga durmiendo. ¿Qué persona le toma una foto a una chica que no conoce, está dormida y más encima no tiene casi nada de ropa?
Deje la foto en donde pertenecía y espere en la puerta a Brie.