Ninguno de los dos paraba. En algún momento Yoongi comenzó a defenderse. Aunque no sólo era eso, también comenzó a golpear a Jungkook. Ambos sangran. Eso no parece ser suficiente para que paren. Podrían terminar matándose, y la verdad es que no quiero ver eso. Ambos deben calmarse. Hace tiempo que no se ven después del incidente, ¿y lo primero que hacen es tirarse golpes?
Cansada, fui a interponerme entre ellos. A Jungkook le di un golpe en el abdomen mientras que a Yoongi le proporcionaba una patada en el mismo. Ambos chicos cayeron hacia atrás. Se retorcieron un poco sosteniéndose el abdomen con ambas manos. Estuve fuera de servicio y sin entrenar, pero aún tengo el toque para hacer que estos animales bravos dejen de pelear.
—¿Y eso por qué?— preguntó Yoongi entre quejidos.
Rodé los ojos como si la razón no fuera obvia.
—Porque se comportaban como críos que quieren resolver todo a golpes— regañé—. Están sangrando, por el amor de Zeus. Si yo no los detenía se iban a arrepentir de casi matar al otro— me senté en un sofá.
—Se supone que solo vendrías tú, ¿qué hace Jungkook aquí?— Yoongi se sentó en el suelo.
—Él estaba junto a mi durante la llamada— informé—. Me arrebató el celular cuando mandaste la locación. Es por eso que ha llegado aquí como un completo maniático.
—¿Cómo mierda no me iba a enojar?— rugió Jungkook—. ¿"Dile a Jungkook que lo siento"?— preguntó molesto—. No seas cobarde Yoongi. No me trates de niño pequeño, no me cuides de esa manera. No me mandes decir las cosas con otra persona, dímelas a la cara. ¿Es que acaso te falta valor?
Parecía que Yoongi iba a explotar. Estaba llegando a su límite. Después de todo, se llevó una buena paliza de la nada y un chico menor lo ha sermoneado como si fuera alguna persona de autoridad. Infló un poco sus cachetes y luego habló.
—¡Pedí que no vinieras porque me sería imposible verte a la cara!—sincerizó—. ¿Crees que es fácil verte después de lo que les hice? ¡Los traicioné, maldita sea! Verte me cuesta. Ni siquiera puedo verte a los ojos. Te fallé, les fallé a todos. Incluso a Taehyung porque no lo pude mantener en un buen camino. A quienes más fallé fueron ustedes dos. La mujer a quien amo y mi mejor amigo. Jodí todo. Incluso si intenté pararlo en algún momento, no pude. Ahora escapo tanto de la LOA como de Liam Oliver. Soy un fugitivo para ambos.
Yoongi intentó levantarse, pero no pudo. Había quedado mal. Yo sólo me quedé estática escuchando lo que decía. Sé que intentó arreglar las cosas y no se lo permitieron. Decirle todo a la LOA tampoco era una opción, él la llevaría por perder. Esperó a que todo pasara y se escondió. No puedo odiarlo, pero tampoco perdonarlo.
—Para mí tampoco es sencillo— confesó Jungkook viendo al suelo—. Y no es por mí, sino por ella— me apuntó vagamente—. No salía de su habitación, no podía dormir, no comía, la dejaron fuera de servicio por inestabilidad psicológica. Quize hacer todo lo que tú no pudiste. Quería abrazarla, secar sus lágrimas y decirle que todo estaría bien. Pero no lo hice. Me contuve. No la toqué por ti, paré mis impulsos y sentimientos por ti. Sí, lo jodiste y rompiste un lazo de confianza. Sin embargo— su voz se rompió un poco—, no pude hacerte algo así. No pude quitarte a la mujer que amas. No pude tenerla para mí. Y todo porque sigues siendo importante. El hermano que nunca tuve.
Jungkook se tiró al suelo. Su brazo cubre sus ojos. Su respiración es pesada. Una fina línea brillosa recorrió su mejilla. Una lágrima. La primer lágrima que lo he visto derramar. Los tres estábamos rotos y sólo entre nosotros podemos repararnos.
Quiero volver a dormir.
Quiero volver a correr.
Quiero volver a creer.
Quiero volver a amar.
Quiero estar con estos chicos sin importar qué.
Quiero estar con Yoongi.
—Iré por un botiquín— dije yendo al baño de la cabaña.
Había un espejo. Lo abrí y, como era de esperarse, había un botiquín dentro de este. Lo tomé para ir donde estaban los chicos. Ambos siguen en el suelo. Jungkook acostado y Yoongi sentado. Toqué el hombro del segundo, se giró a verme y con la cabeza le indiqué que me siguiera. Quiero tener un rato a solas con él mientras lo curo. En algún momento debemos hablar, ¿por qué no ahora?
Yoongi se sentó en la orilla de una cama mientras que yo me senté en un banco delante de él. Saqué agua oxigenada y un algodón para pasárselo por las heridas. Gané un quejido de su parte.
—Tiene que doler— informé—. No te quejes.
—Tsk— Yoongi bufó socarrón—. ¿En serio volverás a la actitud de cuando te conocí?
—¿No es eso lo mejor?— pregunté obvia.
Se veía confundido. A los segundos, su expresión cambió. Entendió el mensaje.
—Eso supongo— dijo por lo bajo.
Volvió a hacer silencio. Ninguno sabía que decir. Yo tengo mucho por decir. Sólo seré directa.
—Sé que intenaste safarte se todo por nosotros— informé—. Te amenazaron con hacernos daño, ¿no? Lo entiendo. Yo tampoco me hubiera arriesgado a que tú o Jimin salieran heridos— dije haciendo referencia a mi mejor amigo—. Pero eso no quita que lo haz hecho desde el principio. Y hay algo que me ha estado incomodando. Un pequeño detalle que he dejado para mí. ¿Te comenzaste a acercar a mí sólo por ser la hija de Justin? Ya sabes, por todo eso se tener que deshacer la organización desde el núcleo.
Yoongi detuvo mi mano. Tomó mi muñeca cuando estaba limpiando las heridas en su mejilla. Me miró a los ojos. Estaba asustado. Asustado por lo que yo podría creer de él, por lo que me dedicara a hacer después de saber la verdad. Dejarlo o quedarme con él.
—Al principio— dijo sin soltar mi muñeca—, se me complicó que llegaras. No pensé que fueses a entrar al mismo equipo que yo. Me dije que sólo debía ignorarte. Algo en mí no pudo quitarte los ojos de encima. No me acerqué a ti por ser hija de Justin. Me acerqué a ti porque despertabas curiosidad en mí. Quería conocerte. Desde el principio supe que tenerte aquí sería difícil, pensé que serías un estorbo. En vez de eso terminaste siendo una distracción, un obstáculo con lo que debía a hacer. Eres quien me cambió.
¿Una distracción? ¿Un obstáculo? ¿Lo cambié?
Curiosidad. A ambos nos atrajo eso del otro. El misterio, la mirada en nuestros ojos del día en que nos conocimos.
No quiero dejarlo.
Mi mano que sostiene el algodón con agua oxigenada sostuvo la mejilla de Yoongi. Yo me impulsé hacia el frente y lo besé. Una lágrima se deslizó por mi rostro. Luego más cayeron, pero no eran mías. Eran de él, quien me había devuelto el beso y lloraba. Sostuvo mi rostro entre sus manos. Nuestros labios danzaban entre ellos.
No quería dejarlo. Quiero estar con él. Me importa una mierda lo que ha hecho. Y sí, tuve que escuchar todo de otra persona en vez de él. Pero lo que me han dicho concuerda con lo que dice él.
Lo amo.
Nos separamos lentamente. Nuestros rostros quedaron cerca. Nuestras respiraciónes se combinaban. Éramos uno sólo.
¿Estoy lista para esto? ¿Lista para dekar atrás a aquellos que me dieron un techo? Irme con Yoongi sería traición a los demás, pero no irme con él sería traición hacia mí y mis sentimientos.
Mi celular sonó.
—No contestes— pidió.
—Sí es Jimin y no contesto se va a alterar— dije tomando el teléfono para contestar sin ver el verificador de contactos— ¿Bueno?
—Ah, conejita. Me es grato saber que no has cambiado tu número telefónico.
Liam Oliver. Me congelé en mi lugar. Miré a Yoongi. Se dio cuenta de que algo anda mal.
¿Qué quiere este hombre de mí? Ya me ha jodido demasiado.
—Puedo escuchar tu respiración—rió por lo bajo—. No te preocupes. Mi llamada será corta. Verás odio perder. Tú y la puta organización en la que estás me chingaron. Así que decidí ejercer el dicho de "Ojo por ojo". En estos momentos estoy en mo casa. Ya sabes aquella a la que tantas veces te invité y no quisiste venir— recordó—. ¿Por qué no vienes a visitarme? Ah, y saludame a tu madre. No vaya a ser que algo malo le pase.
Colgó. ¿Algo malo? Este idiota planea algo. Debo ir con mi madre.
—Debemos irnos— dije alterada a Yoongi—. A mi casa. Oliver planea hacerle algo a mi madre.
Dicho eso salí corriendo a buscar a Jungkook. Llegar en su auto sería más rápido. Si conduce como hace rato, no tardaremos nada en llegar.
—¡Jungkook!— llamé.
—Tranquila, ya me curé. Tardaban mucho— informó girándose a verme.
Entonces, al ver mi expresión, supo qie algo andaba mal. Los pasos apresurados de Yoongi bajando las escaleras llegaron a su fin. Pude sentir su presencia detrás se mí.
—Liam Oliver llamó— informó Yoongi—. Planea algo contra la madre de Eunha. Debemor irnos.
—Bien, al auto. Rápido— indicó el menor tomando sus llaves.
Todos corrimos al auto de Jungkook. Tenía los nervios a mil. Mi corazón latía fuerte. No quiero que nada le pase ai madre. Me crió sola hasta los once años y luego tuvo que dejarme ir porque un pervertido me acosaba. No la veo hace años. Quiero abrazarla, quedarme con ella, presentarle a Yoongi. Vivir.