Zaki acababa de llegar al País J, fuertemente custodiado. Su primer día como presidente del Imperio Rojo fue un reto, como se esperaba, pero su apretada agenda no le quitó a Hinari de la cabeza. Había planeado conocer finalmente a los padres de Hinari y decirles que se casaría con ella, pero debido a las noticias sobre la repentina condición crítica del viejo Zuzuki, no sería apropiado que fuera a pedirle su mano ahora mismo. El plan de Zaki, por lo tanto, fue puesto en espera por ahora hasta que el viejo estuviera mejor.
Pero al final, Zaki todavía decidió ir. Le dijo a Sei que iría, junto con sus padres, a visitar al viejo enfermo. Su propósito no será hablar de la boda todavía, pero la presencia de Zaki y sus padres sería suficiente para mostrarles lo serio que era con respecto a Hinari. Pero esa no era la única razón por la que Zaki insistía en ir.