¿Era por eso que ella los había apuntado desde el principio? Por alguna razón, Lonemoon no pudo decir ninguna palabra para culparla. Después de todo, a sus ojos, habían estado del lado opuesto desde que habían llegado.
Shen Ying preguntó:
—¿Son los últimos seres vivos de la ciudad?
—¿Por qué? ¿Es muy difícil de creer? —al preguntar esto, Fang Fang le regresó la mirada, la burla en sus ojos se hizo más profunda. Con un movimiento de su mano, solo vieron una imagen borrosa ante sus ojos e instantáneamente, llegaron a otro lugar, a las puertas de la ciudad. En las calles a su lado, aún había multitudes yendo y viniendo pero parecían no darse cuenta de su repentina aparición.
—¿No pidieron una historia? ¡Salgan ustedes mismos y compruébenla! —Fang Fang dijo con displicencia y; sin esperar su respuesta, salió de la ciudad.