—¡Maestro! —Cheng Dong se mostraba más enfurecido a medida que hablaba—. Para ese entonces, yo ya estaba herido, la Hermana menor Zhi Lin le pidió ayuda, ella se rehusó y hasta se burló de ella. Hasta nos amenazó, y después de eso, muchas bestias demoníacas aparecieron de repente en el bosque. Y… —se dio vuelta y miró a Gordito, luego apretó sus dientes, como si fuera a ir con todo—. Y el Maestro Hui Ze, fue influenciado y se confabuló con esa mala persona todo este tiempo, ni siquiera escuchaba nuestras explicaciones. Por eso salimos tan mal heridos.
—¿Ah? —al preguntarse esto, la expresión de Lonemoon se volvió más pacífica—. Entonces…, ¿crees que la razón por la que todos ustedes salieron heridos fue Shen Ying?
Cheng Dong no contestó, pero la cólera distorsionaba su cara, era evidente que lo pensaba.
Lonemoon entonces se dio vuelta hacia los otros discípulos.