La sonrisa que se formaba en el rostro de Lonemoon al tocar la pared del almacén de la secta era la de un usurero satisfecho. El almacén se llenaba más y más con el paso de los días. Incluso el golpe del avance de Yi Qing al rango de Inmortal Excelso era mucho más soportable ahora. Sintiéndose generoso, agitó su mano de manera confiada y anunció:
—Por este medio apruebo su petición de presupuesto para la cena.
Cuándo Lonemoon no escuchó el esperado grito de alegría de cierta persona, frunció el ceño y refunfuñó:
—¿Qué? No te conformas con la cena… —se detuvo en medio de la oración y se dio vuelta para mirar a la persona al lado de él.
Descubrió que Shen Ying, que había estado comiendo hace solo un momento, ahora estaba tumbada sobre la mesa, dormida.
—¡Cielos! ¿Esta glotona se queda dormida incluso comiendo? ¡Sus habilidades para dormir habían avanzado!