Yi Qing se dirigió al noroeste en el momento que salió de la Secta Cielo Oscuro. Volaba muy rápido, quizás porque todavía se sentía indignado en su interior. Había pasado el Mar Negro antes de dar una vuelta.
—Maestra, estamos al menos a cuatro horas de la ciudad más cercana —se volteó para estar frente a ella y sugirió:
—Se está haciendo tarde. ¿Le parece que paremos aquí para almorzar antes de seguir nuestro camino?
—¡Claro! —Shen Ying tocó su vientre. Estaba esperando que dijera eso.
Yi Qing ajustó su espada y se dirigió a tierra. Realizó un hechizo Dharma elemental de viento para dejar el área limpia antes de aterrizar.