Mu Hongzhu se sintió como si se hubiera vuelto loca.
¡En vez de llevarse a Lan Yan de vuelta con ella, había jugado con ellos durante una noche!
Sin embargo, se sintió muy bien mientras se ponía a su altura, ¡y el qi guerrero en su cuerpo se había incrementado en un pequeño reino!
Esto iba más allá de la diversión; ¡era una locura!
Más tarde, se dio cuenta de que la gente del equipo que la guio en el juego no solo incluía a Lan Yan, sino también a Song Qingfeng y a los demás.
—¿Cómo es que tú también estás aquí? —Mirando a Song Qingfeng y a sus amigos, la cara de Mu Hongzhu se volvió oscura—¿No temes que te expulsen de la academia?
—Instructor Mu, no lo sabrán si no nos delatas —Song Qingfeng dijo:
—Además, ¡es más que un juego! ¡Jugamos con fe!
—Fe... —Mu Hongzhu casi escupió un bocado de sangre.
—¡Debemos redimir el honor de nuestros castigados compañeros de clase! —Lin Shao dijo: