El teniente coronel Dundee siempre había parecido bastante desanimado, pero ahora estaba lleno de vigor. Antes de que Sheyan y Mogensha llegaran, estaba caminando de un lado a otro frente a la tienda de campaña con un enorme y caro cigarro en la boca; sus suaves vapores subían en espiral. Parecía que su operación de búsqueda había cosechado amplias recompensas. Al ver a los dos, Dundee escupió su cigarro mientras los recibía calurosamente.
—¡Muy bien hecho! Muchachos, debido al éxito de su misión, la tribu Blackthorn ha extraído los parásitos de nosotros. Vengan, déjenme presentarles, este es el piloto Maylon. Su valentía nos salvó, y la gracia de Dios hizo lo mismo. Después de realizar una búsqueda de rescate en el transbordador, lo encontramos enterrado bajo toneladas de arena, pero sobrevivió milagrosamente con el sistema automático de soporte vital del transbordador.