A veces, la vida obraría de la forma más extraña. Cuanto más intentara y conspirara uno para conseguir algo, más lo eludiría. No obstante, una vez que uno se liberaba de esa persecución por un momento, las cosas aparecerían y sucederían justo delante de él.
Al sentir la presencia del aura, Lin Fan pensó que algo importante había sucedido. Pero en el momento en que escuchó a ese tipo proclamarse a sí mismo como el Emperador Demonio del Corazón, se echó a reír de inmediato.
Pensar que lo había buscado durante tanto tiempo, sin embargo ese Emperador Demonio del Corazón estaba aullando como un loco delante de él.
¡Y pensar que todo aquello llegó por su propia cuenta!
Lin Fan había hecho cálculos aproximados. Para poder invocar a ese Emperador Demonio del Corazón con calma, necesitaría al menos un mínimo de cien cadenas de la línea de la red de energía.
Ya que ese Emperador Demonio del Corazón había salido por su cuenta, ¡ese encuentro fue genial!