Ya era casi medio día cuando todo había terminado.
Después de decirle adiós a la pequeña niña y a su familia, y de haber declinado su invitación a su hogar, Song Shuhang de subió al tren para ir de vuelta a la universidad Jiangnan.
Ninguna de las dos partes pidió por la información de contacto del otro. Después de todo, ellos solo se habían conocido al azar. Sin embargo, ellos podrían volverse a encontrar si el destino así lo quería.
De hecho, el hombre de la camisa blanca quiso pedirle su información de contacto a Song Shuhang, pero tenía demasiada vergüenza para hacerlo…
No había muchos pasajeros en su camino de vuelta y Song Shuhang tuvo la suerte de encontrar un asiento vacío. Puso su bolsa de compras a un lado, esta contenía el maletín negro de Maestro del Altar.