—Umm... Suena como un bastardo misterioso y cruel, jaja —a medida que se acercaban más y más, Lazar bromeó.
—Algún día, cuando haga algo grande que pueda conmocionar a todo el mundo mágico, debería dejar una X sangrienta en la escena —dijo Lucien con una fingida y astuta sonrisa.
—¡Eso suena genial! —Lazar agitó su puño un poco—. Eso me recuerda al misterioso Profesor que dejó letras sangrientas cuando mató al traidor.
El rostro de Lucien se endureció un poco con nerviosismo y comenzó a hablar rápidamente de las famosas tiendas de Allyn.
En esa ocasión, en el Departamento Administrativo de Hechiceros, Lucien activó con éxito su insignia de arcana. Había siete puntos plateados brillando en la insignia de color nero, parecían bastante misteriosos.