No se habrían conocido tan tarde y de manera tan desagradable.
Ella habría tenido su propia identidad como su prometida y podría haber estado orgullosa a su lado desde su primer encuentro.
El hombre sonrió ante ello.
No pudo evitar estirar la mano y acariciar su sedoso cabello.
Esa estúpida mujer probablemente estaba pensando que, si ella hubiese sido reconocida por la familia Mu hacía una década y media atrás, naturalmente se habría convertido en su legítima prometida.
Sin embargo, él pensaba de otra manera.
En cierto modo, si no hubiese sido por Mu Wanrou haciéndose pasar por ella, quizás no se hubiese enamorado de ella.
En ese momento, al estar en contra de la madre de esa mujer, habría sentido resentimiento hacia ella.
De joven él la hubiese tratado con una fuerte hostilidad.
Mu Qingcheng había hecho que su padre se perdiese en la ensoñación y que su madre albergase odio durante toda una eternidad.