Su voz seductora se dejó escuchar una vez más.
—Di mi nombre. Me gusta escuchar tu voz.
—No
Ella jadeó y sollozó mientras se rehusaba a cooperar, pero en esta situación, Mu Yazhe aún tenía formas de hacerla abrir la boca. Al final, ella no pudo resistirse y soltó un grito apenado.
¡Mu Yazhe!
—¿Me conoces?
—Sí, te conozco
—¿Cuál es mi nombre?
—Mu Yazhe, Mu Yazhe —sollozaba ella sin control.
El hombre se agachó y cubrió sus labios apasionadamente.
Era tan dulce...
La leve fragancia del vino tinto escapó entre sus dientes y cautivó a Mu Yazhe. La pasión en su beso se incrementó a medida que se sumergía en los seductores labios de Yun Shishi.
Pudo ser el alcohol en su sistema o quizás también estaba excitada. De cualquier forma, no se resistió a sus avances, es más, con timidez, siguió el ritmo que llevaba la punta de la lengua de Mu Yazhe.