Li Sicheng enseguida entró al baño que no estaba muy lejos de él y cerró la puerta. Su Qianci se quedó sin palabras al ver la ropa que llevaba Li Jianyue.
La cabeza de la niña y una mano salían del escote, y su brazo estaba en la otra manga. Agarrando su vestido debajo de las axilas, la niña miró a su madre con los ojos húmedos. Li Jianyue no se dio cuenta de que había otro hombre en este momento. Haciendo pucheros, se quejó.
—Es difícil ponerse la ropa.
Su Qianci se agachó y le levantó su mano, bloqueando suavemente el escote con la mano en caso de que la ropa rozara la piel de la niña. Le susurró:
—Ven. Estira, así. Justo aquí adentro...
Después de guiar a la niña para que se la quitara, Su Qianci la vistió de nuevo. Una vez que terminó, le tocó la pequeña nariz y la levantó.
—Mamá te llevará de vuelta a dormir.
—Oh —mencionó Li Jianyue que por fin estuvo vestida, pero estaba todavía algo abatida; luego, preguntó—: ¿Dónde está papá?