—Maldita sea. No puedo seguir viendo esto...
—El señor Li es muy atractivo.
—Su Qianci tiene mucha suerte de estar con un hombre así.
Los compañeros de clase de Su Qianci comentaban, con sus tonos llenos de envidia y admiración.
El rostro de Li Sicheng era de una frialdad inaudita. Sin embargo, se podría decir que estaba de buen humor, a juzgar por su mirada dulce.
—Hola. Gracias por venir a la rueda de prensa de mi esposa. Soy Li Sicheng —mencionó con voz profunda y suave, muy agradable.
Su Qianci vio su cara y se le aceleró el pulso. Era tan guapo... Su Qianci se sonrojó mirando a la pantalla. Sabía que él había grabado el mensaje con anterioridad. A juzgar por fondo, lo había grabado en Estados Unidos.
—Por esas fechas, celebraremos una gran boda. Espero que puedan asistir de nuevo. Muchas gracias.