Vivian no podía pensar con claridad al salir de la habitación del concejal o ¿Se suponía que tomarlo como su tío de sangre, quien era el hermano de su madre? Su cabeza se sentía pesada, se le estaba formando un dolor de cabeza y en vez de volver al departamento donde Leonard y los otros estaban, fue al baño que estaba asignado para mujeres.
Con apenas unas pocas mujeres trabajando en el concejo, la habitación estaba vacía y las lágrimas empezaron a derramarse por sus ojos. No sabía qué pensar. Caminando hacia el fregadero cercano, puso ambas manos a cada lado mientras su cabeza caía hacia adelante. Se consumió de conmoción con lo que acaba de descubrir.