En línea, los internautas que se habían quedado rascándose la cabeza con ese problema de matemáticas básicas denunciaban a Zhang Ye en oleadas.
Fuera de línea, en la Escuela Primaria Experimental No. 2, en la oficina de los maestros de segundo grado, Zhang Ye también estaba rodeada de varios maestros y maestras, escuchando sus quejas.
—Chenchen es demasiado traviesa.
—Sí, en tantos años de enseñanza, nunca he visto a ningún niño tan travieso como ella.
—Maestro Zhang, has sido demasiado laxo en el cuidado de tu hija.
—En todos los exámenes que he organizado para la clase, Chenchen no ha pasado ni una sola vez.