Chu Changsheng estaba demasiado emocionado para hablar.
Luego de ver a Xiao Ya, que tenía su cristal de herencia de memoria brillando en su frente, no pudo evitar temblar con lágrimas brillando en sus ojos. Estaba emocionado porque había encontrado su nuevo objetivo.
Chu Changsheng estaba exhausto, pero nunca había renunciado a sus esperanzas de restablecer el honor del Valle de la Gula. Siempre había creído que algún día el Valle de la Gula recuperaría su supremacía sobre la Corte Real del Dragón Oculto y las demás Tierras Sagradas.
Sin embargo, el proceso estaba lleno de dificultades y luchas que casi rompieron su debilitado cuerpo. Habría renunciado mucho tiempo atrás si no hubiera sido por su inquebrantable creencia.
El Valle de la Gula era muy débil frente a la poderosa Corte Real y las Tierras Sagradas.
Xiao Ya era, sin lugar a dudas, la acual Maestra del Valle de la Gula, ya que tenía la preciosa reliquia del Valle de la Gula.
Vous aimerez peut-être aussi