La dimensión explotó, la realidad se rompió en pequeños pedazos. Los cultivadores Inmortales más poderosos dentro de la dimensión rugieron con furia e intentaron salir.
—¿Qué está pasando?
—¡Por Dios!
—¡Abu!
Innumerables mortales estaban completamente aturdidos y confundidos. Vieron cómo el mundo mismo se destrozaba y no podían hacer nada al respecto salvo gritar de terror, de dolor, de pánico.
—Madre. Matrona. No, no.
El joven estaba completamente aturdido. Observó cómo las dos personas más importantes de su vida, su madre y su matrona, se desmoronaban a medida que los muros de la realidad explotaban.
—¡Madre! ¡Matrona! —exclamó con un dolor insoportable.
Estaba lleno de odio y desesperación. Luego, su conciencia se oscureció.