La emboscada fue un gran golpe para la moral de los Tigres Negros. Sin embargo, Steve mantenía cierta confianza en sus hombres. A pesar de que no eran más que escoria y basura, poseían muchas habilidades. Eran capaces de mantenerse vivos a pesar de la mala situación en la que se encontraban actualmente.
Para lo que valía, eran piratas después de todo. Las peleas terrestres nunca fueron su fuerte. Su verdadera experiencia residía en bombardear, abordar y luchar con barcos. Si solo pudiera retirarse a la nave, sería perfectamente fácil para él montar tanto la ofensiva como la defensa. Incluso podría ser posible que él cambiara los pronósticos.
¡Cuando llegue el momento, debo exprimir absolutamente la cabeza de este bastardo atrevido! Steve pensó cruelmente para sí mismo.