Varios minutos después, dentro del largo pasillo.
No había nadie más aparte de Leylin y Bicky .
Leylin y Bicky se sentaron uno frente al otro, sólo separados por una pequeña mesa redonda blanca. Había muchas entradas y aperitivos dispuestos en esta mesa.
Bicky sostenía un pedazo de bizcocho en su mano, pero parecía que no tenía apetito.
—¿Es verdad? ¿Cómo fue que ascendiste a Mago de rango 1 tan pronto?
Bicky, todavía aparentemente distraída, agarró una bebida humeante y la tomó de un trago.
—¡Felicidades, Leylin! También, gracias por venir a ayudarme.
—Ni lo menciones. Después de todo, eres mi amiga —Leylin sonrió al decir esto.
—¡Es verdad! Eres un buen amigo —Bicky repetía inconscientemente lo que Leylin decía, viéndose aturdida todavía.
—¿Qué planeas hacer de ahora en adelante? —preguntó Leylin, ansioso al ver a Bicky actuando de esta manera.