El Campo de Batalla Planar era tan silencioso y gélido como siempre.
El viento soplaba y la arena volaba por todas partes.
Linley, Bebe, Reisgem y Reihorm caminaban casualmente, preparándose para encontrar un buen lugar para descansar.
—¿Eh?
Reisgem de repente giró su cabeza para mirar hacia atrás.
—¿Qué pasa? —dijo Bebe, desconcertado. Linley, al ver la situación, también giró su cabeza para mirar detrás de ellos, pero detrás de ellos, la escena seguía siendo de hierba desolada y salvaje. No había ni una sola persona presente.
Pero Reisgem frunció el ceño.
—Parece que alguien está presente.
Tan pronto como habló, Linley sintió cómo, por detrás, se podía sentir el aura de dos insignias de su alianza. Esas dos auras volaban hacia ellos a gran velocidad. Linley lanzó una mirada sospechosa, y en medio de la hierba salvaje, ocho figuras aparecieron de repente, volando directamente hacia el grupo.