Todos en el restaurante habían caído en silencio. La técnica mostrada por la mujer de cabello rojo los había aturdido a todos. El hilo de pescar danzando parecía haber tomado el control del espacio circundante, formando innumerables vórtices que se transformaron en una red de pesar espacial. ¡Eso era simplemente muy extraño!
—¡Muy poderosa!
Todos los Dioses Altivos en el restaurante entendieron por qué era proclamado... Que a nadie se le permitía luchar dentro de esta posada.
—¡Hmph!
El joven de cabello violeta soltó un bufido enojado. Todo su cuerpo brilló con una luz eléctrica explosiva, mientras él mismo se transformaba en un rayo, tratando de escapar de esta red. Pero el hilo de pescar que lo ataba brilló con una luz verde, rodeándolo por completo y sellando los movimientos de este joven de cabello violeta. Sin importar cuanto luchase, ¡él no pudo escapar!