Aunque Bates había hecho la pregunta, él mismo estaba bastante seguro. Él entendía muy bien el hábito de esos bandidos: ¡Abusar de los objetivos blandos y temer a los duros!
A pesar de que los bandidos podrían ser capaces de matar a todos sus objetivos, ¡ellos considerarían la relación coste-beneficio y si valía la pena! En este momento, en el grupo de Linley, Bates era demasiado poderoso. Incluso Linley, Bebe, y Olivier podrían fácilmente matar a esos Dioses. Eran claramente un hueso duro de roer.
Para matar a Bates y los otros, los bandidos definitivamente perderían una buena cantidad de los suyos.
—Definitivamente estará bien. El jefe de los bandidos no va a ser tan tonto.
El Demonio nivel Dios de cabello verde, Tam, tenía una extraña sonrisa sobre su rostro.
—Definitivamente viviremos —dijo en voz baja un cercano hombre pequeño y musculoso.
Los ojos de Aches también se llenaron de esperanza.