Mientras Lin Huang estaba tomando notas de los videos en el sofá, alguien llamó a la puerta.
—¿Quién podría ser? —Lin Huang frunció el ceño. Como él y Lin Xin eran huérfanos, nadie había visitado su casa durante los seis meses llevaban en este mundo. Él sólo había visto a sus vecinos, pero nunca lo habían visitado antes. Los amigos de Lin Xin lo habían visitado una o dos veces. Sin embargo, Lin Xin estaba en la escuela, y era imposible que se tratara de sus amigos.