—¿Tienes un barco? —preguntó Hovering Feather, algo sorprendido.
Al igual que las Monturas, los barcos eran considerados artículos de lujo.
En ese momento, un experto independiente tendría suerte si tuviera una o dos monedas de oro.
Cuanto mejor equipamiento usaba un experto, más costosas eran sus tarifas de reparación. Naturalmente, sus gastos también eran más altos que los de otros jugadores. Además, había que preocuparse por las pociones y los rollos. Al final, no era fácil ahorrar mucho dinero.
Por lo tanto, en Vista al Mar, a pesar de que algunos jugadores hubieran alcanzado el nivel 40, no podían permitirse comprar una Montura común...