Tan pronto como Alluring Summer resucitó fuera de la arena, se volvió para mirar a la joven que salía de ella, con el rostro lleno de asombro.
De todos los expertos con los que se había encontrado antes, ninguno había logrado matarla instantáneamente con un solo movimiento. Tampoco había creído que tal persona existiera, y mucho menos que fuera una niña pequeña.
—¿Por qué hay una brecha tan grande? —Alluring Summer quedó desconcertada por ese resultado.
De pie a un lado, Aqua Rose no pudo evitar recordar cuando vio la mirada aturdida en el rostro de su amiga.
Cuando había visto la fuerza que Shi Feng mostraba, había quedado totalmente estupefacta. Ahora, Alluring Summer estaba experimentando una situación similar.
El resultado de esa lucha no fue ninguna sorpresa para Aqua Rose.
Aunque todos estaban jugando el mismo juego, la disparidad en la fuerza le había hecho preguntarse si realmente estaban todos en la misma página.