Aquella repentina lucha suspendió la feroz batalla que se había estado llevando a cabo. Luego de haber huido aparentemente de Marvin antes, el Archidiablo Molten había regresado, añadiendo mucha incertidumbre a la batalla por la Tabla del Destino, al menos a los ojos de los demás.
En ese momento, los dos bandos se habían separado y se habían reunido en sus propios grupos, y entre ellos estaba el Dominio Molten en continua expansión.
De hecho, un poder aterrador estalló desde los Engendros Infernales mientras se espoleaban unos a otros. Si no fuera por las poderosas Esposas del Orden que se hallaban en los alrededores de la Torre del Cielo, un agujero negro ya podría haber quemado Feinan por culpa de dichas llamas. Sin embargo, a pesar de la continua reparación del Poder de la Orden, ese aterrador Dominio Molten aún se expandió.