Perdí...
Fang Rui sacudió la cabeza mientras bajaba del escenario. Su mayor fuerza era su suciedad, pero de hecho perdió a causa de una jugada sucia de su oponente. Era como un nadador ahogándose, toda una desgracia.
—¡Maldito Han Wenqing!
Cuando regresó a la banca de los jugadores tomó la toalla que le dieron sus compañeros, pero no se secó las manos. Por el contrario, le arrojó con fuerza la toalla a los asientos como si Han Wenqing estuviera sentado allí.
—Si fueras mi oponente, definitivamente yo no hubiera caído en eso —dijo sinceramente Fang Rui a Ye Xiu.
—Nah, definitivamente lo habrías hecho —respondió con honestidad Ye Xiu.
—Definitivamente no.
—Definitivamente sí.
Cheng Guo estaba un poco confundida, pero después de pensarlo por un momento lo entendió.