—Soy Tantai Zhenqing, un descendiente del sabio ancestral Zi Yu. ¡Es un honor conocer al jefe del Clan Zhang!
El hombre de mediana edad con una cara desproporcionada sentado junto a Nangong Yuanfeng se levantó y se inclinó profundamente. Sus modales y su etiqueta eran verdaderamente impecables, lo que hacía imposible que alguien se metiera con él en líos. A pesar de que su visita era de naturaleza provocativa, su refinado comportamiento hacía difícil que a uno le desagradara.
Entonces, este es un verdadero filósofo... comentó Zhang Xuan internamente.
Había conocido a muchos maestros superiores y expertos en su viaje, y había un puñado que se habían comportado con gracia y propiedad. Sin embargo, ninguno de ellos podía igualar al hombre de mediana edad ante él.
Con sólo una mirada, uno podría decir que era un verdadero Confuciano.
—Anciano Tantai, eres demasiado amable... —Zhang Xuan se levantó y devolvió el saludo.