Madam Xue estaba parada junto a su esposo, y miraba al hombre, en su vejez, escribir en letra cursiva el nombre de su hijo.
«Siempre hahabido entre ellos una conversación desastrosa. De verdad me pregunto qué sucederá este fin de semana. Por favor que esta vez la cena sea pacífica…».
Más tarde esa noche en la cena, Lu estaba jugando con el dumpling en su recipiente. El jugoso bocado seguía escapándose de su agarre cada vez que ella trataba de tomarlo con sus palillos. De alguna manera se sentía desconectada. El dumping se ahogaba en su sopa mientras ella lo miraba fijamente.
—¿Qué sucede con esa cara?¿Ya has descubierto que sucedió en la familia Huo?
—¿Por qué diablos lo sabría antes que ti?
—Bueno, ¿cómo diablos lo sabría yo, sitú luces cada vez más como que estás del lado de esa gente?