¡La respiración de Lu se hizo más intensa! Giró el picaporte de la puerta de manera frenética.
«¡Eres tú quien piensa en esta tontería todo el día!».
—¡Déjame ir!
—Bueno princesa, es hora de que comas, así esta noche tienes fuerza para definirme esas cosas de las que "no se puede hablar", en la cama.—Huo sonrió.
Lu resopló mientras abría la puerta de golpe, saliendo rápidamente del lugar. Sus furiosos pasos hacían eco en la escalera. Huo se estaba excitando. De alguna manera, una mujer demostrando su ira como lo estaba haciendo Lu era algo atractivo para él.
Después de todo, era raro verla tan enojada.