—¡Espera un minuto, Bai! Déjame tu número. Todavía no me puedo ir, tengo que recoger a un invitado importante. —Lu Zhaoyang señaló el letrero a su lado y se encogió de hombros—. Todavía estoy en el trabajo.
Cuando Lu Zhaoyang se fue anteriormente, Lu Bai todavía estaba huyendo. Ella quería saber cómo se las arregló todos estos años.
—¡Hermana, soy el que estás esperando! —Lu Bai tenía una sonrisa brillante en su rostro. Este era su carácter, y no la habitual expresión helada en su rostro.
Lu Zhaoyang se sorprendió por un momento antes de entender lo que estaba sucediendo. Levantando los pulgares en el aire, se echó a reír. —No es de extrañar que quieran atraparte. Eres realmente increíble. ¿Cuándo cambiaste tu nombre?
—No podría haber sobrevivido con una sola identidad. Pero Lu Bai es mi verdadero nombre, no te mentí. —Lu Bai la cogió de la mano mientras salían. Soltó un suspiro de alivio al ver que ella estaba sana y salva.