«Nunca ofendas a Justin»... Joel repitió mentalmente las palabras y miró a Ian, perplejo.
El tío Ian había transformado la Corporación Smith de una empresa que siempre ocupaba el segundo lugar en una que se situaba al mismo nivel que la Corporación Hunt. A lo largo de los años, había visto pasar muchas cosas en el país, pero a pesar de ello, le había recordado a Joel que debía mantenerse alerta y no ofender a Justin. ¿Cómo de poderoso y capaz era Justin?
Mientras reflexionaba, Ian dijo: —Si realmente se preocupa por Nora, entonces no le importará aunque le ponga las cosas difíciles ahora. Pero si no es así, entonces deja que sea yo quien lo ofenda. De todos modos, ya no me queda tanto tiempo de vida. Todavía eres joven, no deberías hacer cosas que puedan poner en peligro tu futuro.
Al escuchar la gravedad de sus palabras, Joel asintió apresuradamente y respondió: —Lo tendré en cuenta, papá.