Cuando el pensamiento se formó, Melissa, cuyos ojos brillaban con fuerza, miró a Justin.
—Puede que tenga que molestarte con algo, Justin. ¿Puedes ayudarme a buscar información sobre la señorita Smith que acabamos de conocer?
—¿Qué pasa? —preguntó Simon de forma desprevenida.
Una sonrisa se formó en el rostro de Melissa.
—¡Si no me equivoco, tu sobrina es probablemente la que te ha salvado la vida!
...
Al oír eso, Justin le dijo a Lawrence, que estaba de pie detrás de él: —Trae una copia de la información de la señorita Smith al tío Simon y a la tía Melissa.
Después de que Lawrence trajera el informe de la investigación, ambas partes cruzaron los datos. Melissa, rebosante de alegría, exclamó: —¡De verdad es ella!
—Nora... Qué nombre tan bonito. Llámala y déjame echarle un vistazo... —dijo Simon con los ojos rojos.