El equipo avatar no ha tenido un buen comienzo, viajo hacia la tribu agua para aprender agua control, y lo lograron a medias, y peor, el costo fue demasiado elevado, Aang casi muere en su estado avatar, y si eso ocurriera, el ciclo del avatar terminaría con él, no más avatares.
Gracias a esa derrota tan contundente, Aang perdió mucha confianza en sí mismo, y se deprimió, él es avatar, el guardián del mundo y la persona a cargo de mantener el equilibrio, debería ser poderoso y digno de confianza, la gente debería sentirse segura a su alrededor.
Y todo fue lo contrario, la gente de la tribu del agua termino odiándolo, pensaron que el avatar los abandono y corrió por su vida, dejándolos a merced de un tirano y de la nación del fuego.
Él sabía que Azula, el señor del fuego actual, se contuvo o ya estaría muerto, eso significaba una cosa, Azula no lo veía como un contrincante o amenaza. Lo que no sabía, es que azula lo asesino, y fue León quien lo salvo de una muerte prematura.
Aang no estaba al tanto de lo último, katara oculto el hecho de que alguien lo salvo, no deseaba que Aang se sintiera peor de lo que ya estaba, y tampoco pretendía que el grupo se enterara de la deuda, ella es una adulta sensata, y se hará responsable del grupo.
Luego, por consejo de Azula, el grupo viajo rumbo a Omashu, en busca de un maestro tierra, si Aang planeaba terminar con la tiranía y crueldad de la nación del fuego, necesitaba por obligación dominar los 4 elementos.
Se demoraron un mes en llegar a su destino, les fue difícil ingresar de incógnitos, los guardias de Omashu fueron estrictos con la seguridad, temían que un espía de la nación del fuego se infiltrara y robara información importante.
Al principio no eran tan estrictos, pero luego de saber lo que ocurrió con la tribu del agua del norte, cambiaron de opinión, y reforzaron todas sus entradas.
Las noticias vuelan rápidos, y todos conocían la realidad de la tribu del agua del norte, asediados por un solo barco, y por su implacable tripulación, guiados por el mismo señor del fuego, siendo derrotados en un solo día.
Varios pensaron que era mentira y es una historia falsa difundida por la nación del fuego, para causar miedo y pánico en la gente.
Y lo lograron, la gente tiene miedo de la nación del fuego, muchos ya se han rendido, las soldados no tienen el valor para seguir.
No importa si una historia es falsa o real, si se transmite una y otra vez, esta llegara a creerse independiente de su credibilidad, ahora, Azula apareció como un demonio en el corazón de las personas, todos temen su fuerza, ingenio y autoridad.
Mientras Azula este al mando, nadie se opondrá a la conquista de la nación del fuego, por eso, el avatar es la única salvación.
Como decíamos al inicio, Aang tuvo problemas para ingresar, hasta que revelo su estado como el avatar, Bumi se enteró de que su viejo amigo estaba en la entrada, y no dudo en dejarlo entrar, tenía que ponerlo a prueba, para ver si es un digno avatar, además deseaba saber si lo recordaba.
Todo bien, la historia continuaba igual que la historia original, con una pequeña diferencia, Katara fue separado del resto del grupo.
-"ummh, donde vamos." Pregunto, algo preocupada, no esperaba ser separada del resto, y menos que el resto no dijera nada.
Su situación es muy extraña, un guardia la tomo del brazo y la separó del grupo, y nadie dijo nada, ni siquiera el rey, por eso pensó que debía seguirlo, pero con el tiempo, la cosa se ponía extraña. El guardia a su lado la tocaba demasiado, su mano era juguetona y traviesa, de vez en cuando rozaba su trasero o los pechos.
Katara no dijo nada, los toques eran muy sutiles, como si fuera un error, por eso decidió ignorarlo.
Con el caminar, los toques fueron más agresivos y directos, katara estaba roja de la vergüenza y la ira, sin embargo, se aguantó lo más que pudo, es una prisionera y no deseaba causar más problemas.
El guardia se detuvo, y ella igual, ambos se quedaron mirando, katara con cautela, y el guardián con gran lujuria, sus ojos rojos se iluminaban debajo del casco, se parecían a los de una bestia hambrienta y feroz, Katara tembló al recibir una mirada tan intensa.
-"P-porque nos detuvimos."
Katara no recibió respuesta, solo un gesto del guardia para que siguiera caminando.
Durante el camino, katara siguió siendo acosada sexualmente, los toques seguían siendo sutiles, como si fueran casuales. De vez en cuando le tocaban los muslos, otras veces el brazo del guardia tocaba su pecho, y casi rozaba sus pezones.
Katara no entendía que pasaba, al principio le molestaba, pero luego, su abdomen se calentó, desde su coño podía sentir un ligero picor, su respiración era agitada como si hubiera corrido una maratón, le recordaba el día que vio a su madre jugando con un palo de madera.
Cada vez que chocaban sus muslos, su mente se nublaba de un sentimiento que es extraño y familiar al mismo tiempo. Tuvo que morder sus labios con fuerza para mantenerse cuerda y no aflojar, sus piernas parecían fideos al dente, estaban débiles y lánguidos, cada paso era tan difícil de dar, suerte que el guardia la sujetara.
Luego de varios minutos, Katara ya no podía aguantar más, su cuerpo ardía con lujuria, y el coño de la morena liberaba jugos de placer, lubricándose para recibir cualquier cosa liberara el caos causando dentro de ella.
-"T-tengo que, ¡aah!, ir al baño." Dijo katara, muy agotada y caliente.
El guardia se quitó el caso, rebelando su seductor rostro, ojos rojos como la sangre, cabello rubio como el sol, y una sonrisa malvada como la de un rey demonio.
León no pudo aguantar más, se metió debajo de la túnica de Katara, y enterró sus dedos en la hendidura sagrada, la hermosa mujer de piel canela grito del placer, ni siquiera le importo que ingresaran dentro de su recinto privado, lo único en su mente fue el placer carnal.
León agarró a Katara de la cintura para que no cayera al suelo, la chica apenas podía sentir las piernas, su primer orgasmo fue tan fuerte, que la dejo en las nubes.
Katara mostraba una cara depravada, digna de una actriz porno o chica hentai. Su lengua afuera, con varias gotas de salivas que caían lentamente. Ojos blancos como la luna, de su frente corrían pequeñas gotas de sudor, que llegaban hasta el puente de su nariz.
Mientras katara estaba en las nubes del placer carnal, León la cogió como una princesa y pateo la puerta que apareció en la pared más cercana. Ingreso como si fuera su casa, y lo es, dentro de la habitación había una cama tamaño king, adornada con sabanas blanco puro.
León la lanzo contra la cama y la desnudo con facilidad, tantas mujeres no son solo para mostrar, sus manos son hábiles y precisas como un cirujano.
-"Uffff, ¡tan hermosa y depravada!, como puede ocultar ese cuerpo tan lujurioso bajo esa ropa, el anime no hace justicia a tanta seducción."
Pechos grandes y redondos, sus pezones son de color café claro como las avellanas, combinaban muy bien con el color canela de su piel. Cintura delgada y apretada, varias gotas de sudor bajaban por su abdomen plano, que no tenía ni una pizca de grasa, todo gracias a los constantes viajes y ejercicios que realizaba.
Si seguíamos bajando, su coño tenía una ligera capa de cabellos de color castaño, la abertura estaba muy cerrada, apenas se podía ver dentro.
Más abajo, muslos gruesos y algo tonificados, pero con la suficiente grasa para mantener la suavidad de una mujer. León pasó el dedo sobre la piel de katara con lentitud, sintiendo cada centímetro con cuidado, no queriendo perder nada, cada centímetro era un nuevo planeta, que necesitaba ser descubierto con cuidado y paciencia.
Para los amanes de los pies, katara poseía pies pequeños y refinados, como los de una dama de clase alta de una sociedad china. A pesar de ser una época medieval, katara olía muy bien, su higiene personal es muy buena, eso habla muy bien de ella.
Katara pestañeaba lentamente, poco a poco se recuperaba del estado orgásmico, comparado al estado avatar.
-"Haaaaa, D-donde estoy, es un sueño." Dijo con un fuerte jadeo.
-"Sé que dormir con un hombre como yo, es el sueño de muchas mujeres, pero para ti cariño, esto es muy real, si no me crees..."
León apretó los pezones de katara con ambas manos, una para cada pezón.
-"¡Ahhhhhhhh!, ¡duele! No es un sueño, es-espera no toques mi cuerpo"
León dejó de apretar, y se acostó sobre ella, agarrando su barbilla y mirándola con deseo.
-"No puedo, es imposible detenerme, no cuando estoy tan cachondo."
Katara recordando la voz, volvió a mirar a su acosador, se sorprendió al verlo, era el hombre que salvo la vida del Avatar, y con el que tenía una deuda que pagar. Katara no es idiota, recordando la deuda y lo que más quieren los hombres de las mujeres, comprendió inmediatamente lo que estaba pasando.
-"¿Quieres que pague con mi cuerpo?"
-"No pareces reacia."
-"Salvaste la vida del avatar, mi cuerpo es un precio barato a pagar."
Katara es una persona que intenta ser responsable, y actuar como la madre del grupo, todo eso debido a que perdió la suya. Katara vio a su madre como ejemplo a seguir, y como ella, daría todo para mantener a salvo el equipo, incluso su vida.
León sonrió maliciosamente, y empezó con su juego, acaricio los pechos de katara y le beso los labios que contenían un suave sabor a melocotón. La piel de una morena es suave y elástica, con un toque de dureza, lo justo para darle un toque especial y seductor.
-"Eres tan hermosa, en especial esos ojos azules como el mar, de solo verlos mi corazón se calma, son como los ojos de una madre cariñosa" Dijo León, mientras robaba los labios de su amante de piel canela.
León no dudaba en usar su boca dulce para conquistar el corazón de las chicas.
Katara se sonrojó todavía más, nunca la llamaron hermosa, no es porque los hombres fueran ciegos, nada más eran idiotas, y no olvidemos que en su tribu no había hombres, únicamente niños pequeños y... Sokka, quien es su hermano y siempre le decía estupideces.
Y el avatar..., demasiado deprimido como para mirarla.
Katara apenas podía respirar, pero no se quejó..., no podía, el beso es demasiado bueno, labio con labio se juntaban y bailaban un vals suave y cariñoso.
Los instintos femeninos de katara se activaron, sus brazos rodearon la espalda y la cabeza de León, las piernas se entrelazaban con las de él, como jugando a las atrapadas.
La polla de León no ingresaba, esperaba por fuera, como esperando la invitación para entrar. Katara poseía el concepto del sexo o las relaciones carnales, las mujeres de su tribu le enseñaron.
Katara bajo con su mano por el pecho de León, lentamente, pasando por el abdomen hasta llegar a su glorioso objetivo. Lo agarro con ternura y suavidad, sus dedos delgados masajeaban mientras se movía de arriba abajo, tocando la dura polla de su amante.
León disfrutó del arte manual de katara, no fue la mejor, pero lo intentaba. Ella práctico con una banana y un palo de madera reforzado con cuero de foca, las mujeres de la tribu son muy buenas jugando y creando juguetes vulgares.
Nota al margen, las bananas no crecen en climas tan fríos, ahora, como las consiguieron, León se las dio, no solo eso, él pensó que la forma en que se masturban era poco higiénica, y les regalo algunos consoladores modernos para que disfrutaran.
Que buen hombre es León, siempre cuidando la salud de las mujeres.
Katara no podía mantener el control, no cuando su cuerpo le suplicaba por la cosa entre sus manos, el calor dentro de su abdomen aumentaba cada segundo, su coño palpitaba liberando pequeñas olas de vapor, estaba ardiendo de deseo por dentro, y su cuerpo no podía negarlo más tiempo.
Con la polla entre sus dedos, la guio hacia su túnel sagrado.
-"mmmmhhh"
Katara reaccionó ante el más leve toque, basto con la punta para que gimiera como una puta en celo, sus gemidos son fuertes, tanto que apenas eran contenidos por la boca de León.
-"¡Aaaaaaaaaaah!, ¡mmmmmmmmmh!"
León líbero sus labios para escuchar la sinfonía del placer, Alexis Texas una vergüenza al lado de los gemidos rítmicos de katara, su voz encantadora entraba por tus oídos y te ponía duro y cachondo, un hombre normal apenas podría contener su carga, katara era como una sirena que tentaba a los barqueros y piratas.
Son gemidos divinos, uno de los mejores que escuchó León, y era solo la punta.
León levantó uno de las piernas de katara, y la elevo hasta la cintura, su cadera se adelantó hasta que su polla toco el fondo de katara, que gimió del placer incontrolable.
-"aaaaaaaaaaah."
Las paredes internas estrujaban hasta el alma, apretaban como si su vida dependiera de ello, y succionaban como si probaran el mejor caviar del mundo, el coño de katara parecía una boca en busca del mejor plato, como Erina y su lengua divina.
Como una bestia salvaje, León empujo sus caderas en un vaivén de placer y deseo, jadeando del placer extremo que rodeaba su polla, el cuerpo de katara fue hecho para complacer a un hombre, quizás sea el encanto de la protagonista femenina.
Katara encendió en calor y pasión, su instinto de puta se elevó al máximo, sus caderas se movían en movimiento rítmico a la par con los de su amante, cada vez que él salía, ella retrocedía un poco, lo suficiente para que la polla saliera hasta la mitad, y para cuando León volvía, ella empujaba con más fuerza todavía, deseando que la polla llegara hasta el fondo y besara su interior, que marcara con su nombre ese útero recién estrenado.
León acarició la parte trasera del cuello de katara, y lo apretó con un poco de fuerza, ella gimió de dolor y del placer desconocido que inundaba su cuerpo. Katara mordió el labio de León en reprimenda, a él no le importo mucho, en cambio, contesto con una fuerte embestida.
Los jugos de amor de katara no paraban de generarse, si no fuera por la polla de León que hacía como tapón, parecería una cascada.
Lento y seguro, ambos se fusionaron en un baile de sensualidad y erotismo, lleno de lujuria y placer carnal interminable. El tiempo parecía no fluir, como si estuviera perplejo por lo que veía, el mismo tiempo nunca antes contemplo una escena tan depravada y desvergonzada.
León nunca esperó un desenfreno tan grande de una chica virgen, parecía una prostituta experimentada de 40 años, dejo en vergüenza a la mayoría de las actrices porno galardonas. Mia khalifa parecería una monja al lado de tanto desenfreno lujurioso llamado katara.
Ambos amantes del placer, estaban en su límite, León pronto soltaría su carga y katara estaba a punto de llegar a un nuevo clímax, con sus instintos sexuales al máximo, sus embestidas y besos aumentaron de intensidad, preparándose para lo que sería la culminación de una obra de teatro porno.
Las piernas de katara amarraron la cintura de León, sus instintos pedían ser inseminada por el macho más fuerte, su mujer primitiva deseaba al niño más poderoso nacido del hombre más apto. León no pudo aguantar más tiempo, el clímax inundó su polla y su carga fue liberando dentro de katara.
Katara pudo sentir su interior llenándose, un placer enorme lleno su cuerpo y convulsiono del placer, su coño apretó la polla de León como la boca de un caimán, es como si no quisiera que desperdician una sola gota.
Con el placer inmenso que lleno su interior, katara araño la espalda de su amante, dejando su marca, su símbolo, como si marcara a su macho alfa.
León liberó los labios de su amante de piel canela, y jadeo con fuerza, se había quedado sin aire, fue un sexo depravado y lujurioso, no comprendía de donde salió esta bestia oculta que lo ataco con todas sus fuerzas, pero no se quejaba, estaba sorprendido y feliz, nada mejor que una mujer activa y que no oculta lo que desea.
Katara quedo inconsciente, no pueden culparla, a pesar del tremendo desplante sexual que mostró, ella seguía siendo una chica virgen, apenas pudo aguantar una ronda.
Lástima que la bestia frente a ella no tendría piedad, le abofeteó la cara y la obligó a despertar, no podía terminar con una ronda, su lujuria era demasiado alta como para detenerse.
Para cuando despertó, tenía el trasero rojo por las bofetadas, León no espero más, y volvió amover sus caderas, sin importar si katara disfrutaba o no, era una bestia descontrolada, para cuando terminara, katara ya sería una inválida, mental y física, demasiado placer puede romper a una persona, y León lo puso a prueba.
Cambio de escenario
Mientras León recibía su dosis diaria de mujeres hermosas, Azula preparaba todo para la boda real, donde daría a conocer al mundo que León es su hombre, su esposo, suyo y de nadie más.
Esa es la principal razón de tener una boda, estaba cansada de todas las mujeres que perseguían a León, y la única manera de que eso se detuviera, es dando a conocer su relación, y dejando claro a las otras perras que León tenía dueña.
Azula sabia que todos le temían, y que nadie se atrevería a luchar contra ella por un hombre, no si deseaban terminar muertas o peor.
Azula no preparaba las cosas solas, a su lado, su nueva secretaria, Yue, la princesa de la tribu agua del norte, pelo plateado y unas tetas que seducían los ojos de cualquier hombre, especialmente a León, es bueno que la ropa no fuera escotada.
León todavía no le quitaba la virginidad, aunque eso no significa que no la tocara de otras maneras. León encontró divertido la relación secretaria-jefa de Azula y Yue, fue algo estimulante, por ese motivo, él obligó a Yue a darle sexo oral cada vez que podía, aunque ella no se quejó.
Pero no era el sexo oral lo estimulante, era el saber que Azula los podía encontrar, ya que siempre lo hacían en lugares potencialmente "peligrosos", como la propia oficina de Azula, o en la sala del trono, incluso lo hacían mientras Azula dormía plácidamente a su lado.
León adoraba ese sentimiento de ser un esposo infiel, que se coge a la secretaria de su esposa.
Yue no era diferente, le agradaba verle la cara de idiota a Azula, aunque el miedo que generaba que la descubrieran, es igual alto, Yue tenía en gran estima a León, y le gustaba el sexo oral, no obstante, eso no quita el miedo que puede generar Azula en su corazón.
Azula tiene a su pueblo como rehén, y ella no desea que ellos sufran por sus momentos de lujuria.
-"Yue, ¿todo está listo?, no quiero equivocaciones."
Yue se estremeció ante la mirada depredadora de Azula, Azula no aceptaría equivocaciones en un momento tan importante.
-"T-todo listo, solo queda esperar el día y que los novios se presenten."
-"Lo dices como si León fuera a desaparecer, hablando de él, ¿dónde está?"
Yue negó con la cabeza, mientras sujetaba una carpeta contra su pecho, ella no tenía idea de donde estaba, incluso si supiera, no lo diría, su lealtad está con León, más que con Azula.
Azula resopló molesta, ella preparando todo y León quien sabe donde esta, lo más probable es que esté durmiendo o jugando con Thop, o peor, ¡cogiendo con otra chica!
Cuando ese último pensamiento llego a la mente de Azula, se alteró, no podía creer que León estuviera con otra chica, mientras ella prepara algo tan importante como lo es una boda, una ceremonia donde dos personas se unen de por vida
Azula apretó los puños y cerro los ojos mientras se mordía los labios con furia, intentaba negar la idea de que la engañaran justo hoy, intentaba creer que León solo estaba jugando por ahí, pero no importa que tanto lo negara, esa imagen de León cogiendo a otra chica la volvía loca.
El aire empezó a calentarse, el pasto sobre el que estaba parado se secó a velocidad visible, Yue no dudo en alejarse, sabía que su jefa estaba muy molesta, y no podía hacer nada, no quedaba más que esperar a que se calmara por su cuenta, o que llegara León, cosa que no pasaría, ya que León follaba con katara en estos momentos.
Tranquilízate Azula, todo es tu imaginación, inhala, exhala, inhala, exhala, León no es tan cruel, él me ama, es imposible que esté con otra mujer en estos momentos… Ágata debería saber donde esta, iré por ella, antes de que termine quemando el palacio y todas las preparaciones. Pensó Azula antes de calmarse.
Azula abandono el jardín, y fue directamente a la habitación de León, Yue la siguió por detrás, intentado no emitir ningún ruido para no alertar a la bestia embravecida.
Cuando Azula llego a la habitación de León, se detuvo un segundo, sintió varias presencias dentro, pero varias eran desconocidas y pequeñas, la única reconocida fue la de Ágata, lo que no entendía, ¿es porque Ágata estaría con tantos niños?
Azula no sabía qué sus hijastras estaban en su casa, León no lo menciono, o mejor dicho se le olvidó.
Finalmente, negó con la cabeza y entro sin pensarlo, es su hogar, debería estar al tanto de quienes vienen de visita, eso la molesto.
Cuando ingreso, fue recibida por la mirada de 5 niñas pequeñas, todas curiosas por la llegada de su nueva madrastra, ellas la reconocieron de inmediato, debido a que Ágata le mostró una foto anteriormente, y les hablo un poco sobre su temperamento.
Algunos supondrán, "Azula es la clase de madrastra que odia a sus hijastras", todo por ser hijas de las amantes de su marido, y no es así.
Cuando una mujer es criada por una mala madre, tiene dos tendencias, repetir su actitud y ser una mala madre, o dos, intentar hacerlo mucho mejor que su antecesor, y llenar ese pequeño vacío amoroso con sus hijos.
Azula es la segunda opción, bastaba ver lo feliz que se veía.
-"¡Ágata!, nunca mencionaste que tendríamos visitas" Dijo Azula de buen humor, mientras le daba miradas de cariño a todas las niñas, Azula pensó que son muy hermosas y tiernas.
Aunque no lo parezca, Azula adora a los niños, por eso creo varios orfanatos y hogares para cuidar a los niños que perdieron a sus padres en la guerra. Además, se preocupa mucho por la educación de ellos.
Aunque, este deseo altruista, tiene un toque de egoísmo, para ella, criar a estos niños no fue únicamente por compasión, también por la lealtad que podía ganar. A estos niños desde pequeños se les enseña lo misericordiosa y gentil que es ella, se les enseña a respetarla y jugarle lealtad.
Azula género pequeñas fábricas de fanáticos, sin duda León sabe esto, y esta orgullosa de su pequeña dictadora.
-"Yo tampoco lo sabía, todo fue sorpresivo." Respondió Ágata.
Azula asintió, y no siguió con el tema, lo más importante es acercarse a sus nuevas hijastras, ella siempre quiso conocerlas, y si es posible, tener una buena relación con las niñas.
De nuevo, el motivo también es un poco egoísta, Azula piensa que si logra poner a las hijas de León a su lado, podrá estar en la cima y ganar el puesto de la reina, y quizás controlar a León.
Mientras Azula se acercaba a las niñas, Haruno se levantó y se cruzó de brazos, miro a su madrastra con los ojos entrecerrados, analizando cada uno de sus movimientos y posibles máscaras, Haruno es muy buena analizando el lenguaje corporal y facial.
-"Azula, cierto" Dijo Haruno, imitando el tono frío de su madre, Azula se preguntó donde estaba la niña tierna y pequeña de hace unos segundos.
-"Puedes llamarme madre Azula, todavía no me caso con tu padre, pero ya somos considerados como una pareja oficial."
Azula intento acercarse a Haruno, quien parecía ser la líder del grupo de chicas, y darle un abrazo, lo sorprendente fue, que Haruno se alejó y no se dejó tocar.
-"No puedo hacerlo"
Haruno parecía molesta, miraba con desprecio a Azula. Antes de que Azula llegara, León le enseño todo sobre la personalidad de Azula a Haruno, incluso le entrego una carpeta con el perfil psicológico de esta.
-"¡¿eh!?" Azula quedo pasmada, tenía una mirada complicada y sus brazos abiertos, no esperaba tal reacción de su linda hijastra.
-"¡No me agradas!, tu personalidad es egoísta y posesiva, solo piensas en ti, nunca en mi padre, por ese motivo, no eres bienvenida a la familia, no por mi parte."
-"¡P-porque dices eso!" Pregunto muy sorprendida y triste, su corazón se apretó con tensión y tristeza, no esperaba ser recibida tan mal por una de sus hijas, muchas personas la odian y la tratarían mal, ¿pero sus hijas?, ¿las hijas de León?, ¿por qué la odiarían?, ellas nunca les hizo nada malo.
-"En estos momentos estás pensado, ¿por qué me odia si no hice nada malo?, y no, no leo mentes, sin embargo, tus pensamientos son fáciles de descifrar, más cuando entras en pánico y no controlas tus gestos faciales"
Haruno se arregló el cabello detrás de la oreja, y continuo atacando.
-"No daré vueltas al tema, y dire porque no me agradas, y es simple, eres una mujer egoísta que lo único que sabe hacer, ¡es exigir a mi padre!, pedirle que te consienta y te mime, el problema no es ese hecho en sí, es el hecho que no devuelves sus buenas intenciones, eres egoísta, y posesiva, piensas que es normal que León te dé todo lo que quieres, solo porque es tu pareja, por todo eso..., ¡te detesto!"
Haruno odiaba a Azula, por no dar nada a cambio, solo recibía y no daba nada de su parte.
Azula recibió cada bala en su débil corazón, cada palabra que lanzaba su hija eran verdades que ella conocía, pero se negaba a cambiar.
-"No soy egoísta, siempre le doy dinero a León."
Azula Intento defenderse, aunque ella misma admitía que es una defensa muy débil y estúpida.
-"¡Debes estar loca!, desde cuando mi padre necesita dinero, si mi padre quiero algo, lo toma y ya esta, no necesita dinero, incluso, si mi padre quisiera dinero, lo ganaría fácilmente, ¡no necesita pedirlo!"
-"Pero..."
-"Pero nada, dime una sola cosa que hayas hecho por mi padre, dime.., que haces por el"
-"..." Azula apretó los dientes por la frustración, no podía creer que una niña pequeña le estuviera ganando una discusión, y lo peor, no podía refutar porque todo es verdad
-"¡Nada!, ni siquiera le diste tu cuerpo, puedo oler lo virgen desde aquí, y me sorprende, mi padre el hombre más lujurioso que existe, es un pervertido de clase mundial"
Si León estuviera aquí, tendría que felicitar a su hija por tan grandes cumplidos, nunca pensaría que su hija lo tenía en tan alta estima, sarcásticamente hablando.
Cabe mencionar que León estaba al tanto de todo lo que estaba pasando, sin embargo, no intento intervenir, luego arreglaría los problemas, antes, tenía problemas más serios que resolver.
Uno de ellos, fue la voz que lleno su mente, una voz que nunca lo abandono y siempre le preparaba buenas aventuras, una voz que decía:
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(Continuara)