Más tarde esa noche, Davi estaba esperando por Sei mientras descansaba sobre la cama. Estaba bostezando y una lucha de sueño se veía reflejada en sus ojos. Se sentía cansada y mentalmente exhausta por la inmensa serie de pruebas que tomó durante todo el día, en la ciudad de laboratorio. Pero antes que quisiera quedarse dormida, necesitaba decirle sobre su plan de llevarlo a conocer a su mejor amiga mañana. Sin embargo, segundos después, Davi se rindió y finalmente cerró sus ojos mientas que el mundo de sueños comenzó a tragarla.
En ese mismo instante, la puerta estaba un poco abierta, y un hombre caminó lentamente hacia la chica dormida. Se sentó en el límite de la cama mientras la miraba profundamente por un largo tiempo. Hasta que gradualmente se encontró observando sus labios de nuevo. Al siguiente segundo, un afán en querer besarla de repente surgió desde su interior provocando que se sintiera rígido.