Davi se despertó temprano la mañana siguiente. Sei no fue a su habitación, por lo que solo pudo pensar que la llamada que recibió anoche quizás era importante y se tuvo que quedar trabajando en su estudio. Algo que la preocupaba cada vez más.
Pero cuando lo vio sentado en el sofá, se dirigió directamente hacia él con una amplia sonrisa.
—Buenos días —lo saludó, pero en su lugar, le respondió una voz desconocida.
—Buenos días, señorita. —respondió la voz, y alguien apareció repentinamente de detrás del sofá. Davi miró curiosa a la alta persona que estaba de pie detrás de Sei.
—Él es Kaide, será tu profesor. —dijo Sei finalmente, lo que tomó a Davi por sorpresa.