Capítulo 1: Capítulo 01 - Prologo
En las tundras heladas donde la nieve cae eternamente, en este lugar desolado solo los valientes guerreros se atreven a salir de sus aldeas para explorar y obtener recursos.
Al año mueren muchos guerreros ya sea en batallas o debido a las bajas temperaturas.
Estas tierras heladas sirven como hogar de algunos asentamientos humanos y también como refugio de feroces monstruos.
En estos momentos había una fuerte ventisca azotaba gran parte del Norte.
Esta cubría varios asentamientos humanos por lo que ellos solo pudieron esconderse en sus casas cubriéndose con todo tipo de pieles cerca de la chimenea para evitar la caída de temperatura corporal.
Ya estaban acostumbrados a este tipo de ocurrencias por lo que se encontraban preparados.
Pasaron varias horas y la fuerte nevada no paraba de caer.
Todos los seres que vivían en esta zona solo pudieron encogerse dentro de sus hogares para evitar congelarse hasta la muerte.
Algunos que estaban en la naturaleza solo podían rezar y esperar que la ventisca pase rápidamente.
Pero hubo una excepción a todos ellos.
Una sombra apenas visible por la ventisca caminaba sobre la nieve dejando un rastro que pronto era cubierto por la nieve que caía.
Pronto paso cerca de una montaña y la figura de la sombra se revelo.
Era un hombre musculoso de más de 2 metros de altura. No tenía cabello sobre su cabeza, pero tenía un gran bigote en su cara.
Sobre su espalda cargaba un gran objeto que se parecía mucho a un escudo.
No llevaba demasiadas prendas sobre su cuerpo, pero podía resistir la ventisca aparentemente sin sentir ni el más mínimo frió.
Solo pocas personas podían resistir este tipo de fuerza de la naturaleza con su propio cuerpo.
El cielo comenzó a oscurecerse y el hombre encontró una cueva en las laderas de la montaña para descansar.
Ingresando a la cueva dejo caer su enorme escudo haciendo que toda la cueva se sacudiera y la nieve acumulada en ella caiga al suelo.
Cuando la nieve cayo se revelo una fina capa de hielo que era diferente a las demás.
Curioso el hombre se acercó para observar de cerca el hielo y verificar que tenia de raro.
Paso su mano sobre el hielo solo para terminar asustado por el contenido.
"¡AGRH!"
Retrocedió medio paso después de soltar un fuerte grito de exclamación.
Un bebe recién nacido se encontraba atrapado dentro del cristal.
El gran hombre con bigote no pudo evitar sentirse triste por la vida del niño, él era un hombre amable que siempre ayudaba a los necesitados donde quiere que fuera y la situación del niño le rompió el corazón.
Decidió al menos darle un entierro adecuado para que pueda regresar a la tierra y esperar a su próxima vida.
Acercándose trato de romper el cristal con sus puños, pero solo quedo un pequeño rasguño.
"¡Hielo Puro!"
Se miró las manos solo para descubrir que estaban cubiertas con una capa de escarcha que emanaban un frió extremo, pero no le causo tanto daño a sus manos solo un pequeño entumecimiento.
Él no era un hombre común ya que era un fuerte guerrero que vivió alrededor de un siglo y desde que creció hasta el día de hoy estuvo en contacto con el hielo por lo que su resistencia a este era extremadamente formidable, también había visto muchas armas hechas de Hielo Puro, pero apenas contenían pequeños pedazos nada comparado a este enorme bloque de hielo puro.
Si fuera otro material le bastaría unos golpes mas para destrozarlo, pero incluso él no sabía si podría destruir este gran bloque de Hielo Puro.
Observo el bloque de hielo tranquilamente mientras calculaba la cantidad de fuerza que debía usar ya que no quería dañar el cuerpo del chico que estaba dentro.
Se tardo varios días tratando de romper este pedazo de hielo hasta que por fin después de casi 6 días completos que logro acercarse al centro.
El camino a romperlo no fue fácil ya que se lastimaba las manos por lo que tuvo que descansar por intervalos de tiempo.
Al hacerlo descubrió que el Hielo Puro roto por él se convertía en pequeñas partículas como un cristal delicado que estalla en millones de fragmentos desapareciendo en la nieve.
No entendió porque sucedía esto ya que le costó tanto romper esta capa de hielo solo para terminar estallando como un cristal delicado.
Pero recoger el Hielo Puro no era su objetivo, era sacar a este chico del hielo.
Al fin sus esfuerzos no fueron inútiles ya que logro romper el hielo hasta cerca de donde se encontraba él bebe.
Trato de disminuir su fuerza ya que podría causar daños y hacer que el cuerpo estalle al ser golpeado directamente por el.
No podía comprender como un pedazo tan grande de Hielo Puro cubría por completo al chico era realmente una locura.
El proceso de extracción era aún más complicado ya que requería una gran precisión y control sobre su fuerza.
Finalmente, el ultimo pedazo de Hielo Puro que cubría el hielo se destruyó y pudo liberar al bebe que yacía dentro.
Cuando tomo al bebe en sus brazos descubrió algo que lo impacto mucho ya que él bebe estaba vivo y respiraba normalmente como cualquier bebe humano.
Tenía el cabello blanco y sus ojos estaban ligeramente abiertos que mostraban un brillo azul muy hermoso.
El hombre se sorprendió por este bebe que podía vivir incluso estando atrapado en este Hielo Puro, pensó que tal vez tenga algún talento raro para resistir la erosión del Hielo Puro.
"Chico tienes una suerte de encontrarte conmigo ya que me temo que solo hay pocas personas que puedan resistir un frió tan intenso."
El hombre comenzó a bromear mientras se reía alegremente.
"No debería decírtelo ya que aún eres un bebe y no sabes hablar, pero no me sentiré augusto si no te digo mi nombre."
Él bebe solo observo sin cambiar su expresión con sus ojos azules.
"¡Mi nombre es Braum! ¡El corazón del Freljord! ¡Aunque no soy tu padre biológico es un destino que comparto por salvarte por lo que te daré un nombre!"
Anuncio su nombre con gran orgullo mientras tenía una sonrisa con sus grandes bigotes.
"No tengo buenas habilidades para dar nombres por lo que te nombrare Anthony en honor a una vaca que tenía cuando era pequeño. ¡Esta tenia cabello blanco y ojos azules como tú!"
"Ja ja ja ja."
El hombre soltó una alegre risa mientras tenia al bebe en sus brazos.
"Me temo que no podre cuidarte yo ya que tengo muchas cosas importantes que hacer, pero haré que al menos puedas crecer con seguridad."
Braum alimento al bebe con unas raciones que tenía en su pequeño anillo espacial.
Al amanecer al día siguiente Braum llevo al chico a una tribu cercana y lo dejo a cargo de la matriarca que le debía un favor a Braum.
Ella acepto felizmente ya que podía pagarle el favor a Braum cuidando al bebe, aparte de que el niño podría crecer como amigo de su hija que nació hace poco.
Aunque no sabia si el niño era hijo de Braum al menos tenían una relación algo fuera de lo normal si él le pidió personalmente a ella que lo cuidara y no lo dejo simplemente en un orfanato.
Rápidamente llevaron a Anthony hacia una habitación donde bebió algo de leche y se durmió.
En la noche Braum hablo con la matriarca de la tribu.
"¿Cuándo te iras?"
La matriarca pregunto al hombre calvo con bigote.
"Mañana. Debo hacer algo importante. Regresare en un par de años para ver su progreso. Te lo encargo mientras tanto."
El calvo respondió tranquilamente mientras la miraba fijamente.
"No te preocupes por él, estará bien mientras yo viva."
La matriarca era una mujer perspicaz por lo que sabia que el hombre le daba mucha importancia al chico.
Braum le dio una mirada profunda a la matriarca y saco algo de su anillo espacial y lo coloco en la mesa.
"No es necesa-"
La matriarca iba a decir que no era necesario ya que le debía un favor y cuidaría del chico, pero cuando vio el contenido rápidamente lo agarro por temor a que alguien mas lo tomara mientras ponía una cara de felicidad.
Braum sabia de su afición por buscar tesoros de leyendas antiguas por lo que le entrego una cosa que encontró mientras viajaba.
Con esto le decía que a ella que debía cuidarlo lo mejor que pueda sino enfrentaría su furia cuando regrese.
Ninguno de los dos discutió más y cada uno se retiro en silencio.
A la mañana siguiente Braum se encontraba en la habitación de Anthony mientras veía a este dormir.
Toco suavemente su cabeza y le dio una pequeña sonrisa.
"Volveré cuando crezcas un poco más para observar tu crecimiento. ¡Nos vemos!"
Fueron sus últimas palabras al chico antes de partir.
Pero lo que no sabía era que este pequeño acto suyo cambiara por completo la historia y el destino de todo el mundo desde ese momento.
Estado de energía semanal
-- Ranking de
Poder 
-- Piedra de
Poder