—El sol comenzó a ponerse —proyectando una impresionante combinación de naranja y morado en el cielo. Se reflejaba en el lago, creando la ilusión de dos mundos paralelos a punto de encontrarse y fusionarse.
Iris contemplaba la vista impresionante desde la gran ventana de la habitación. Deseaba poder pintar como Ashandra e inmortalizar la imagen en un lienzo.
Detrás de ella, Jin Liwei admiraba su asombrosa belleza. Vestía un largo vestido blanco, tanto fluido como etéreo. Parecía un hada... que estaba a punto de convertirse en novia. Él ya había grabado esta imagen de ella en su corazón y mente, preservando la imagen por todo el tiempo que viviera.
Entonces ella se giró y lo miró. Sus ojos se encontraron, sintiendo la conexión entre ellos. Era como si hubiera una cuerda invisible acercándolos el uno al otro.
Él estiró una mano en silencio. No hacían falta palabras. Sus pies comenzaron a caminar hacia él, y ella aceptó su mano.