—¿Cómo me atrevo? —repitió, su tono evocando la imagen de un infierno helado—. ¿Cómo te atreves TÚ? —le devolvió a Feifei sus propias palabras.
Iris alzó sus manos frente a ella, examinándolas con sus ojos fríamente aterradores para ver si estaban heridas o no. Excepto por algún enrojecimiento, afortunadamente, no estaban seriamente lastimadas.
Ella estaba bien entrenada en Systema. No le apasionaba, pero reconocía sus beneficios. También entrenó en otras artes marciales en su vida anterior, pero se sentía más cómoda con Systema. Simplemente le resultaba natural. Por eso continuó entrenando en esta segunda vida suya.
Su estilo de lucha era defensivo, enfocado más en crear oportunidades para escapar. Así, estaba entrenada para luchar evitando lesiones serias.