Soy un zombie especial.
CAPÍTULO 3- Refugio.
En cierta ciudad llena de zombies, un grupo de sobrevivientes entran a una escuela y cierran la puerta.
—Los zombies no nos vieron y tampoco pueden abrir puertas. Si no hacemos ruido, estaremos a salvo.
—Debemos revisar los salones.
—Sí, vamos…
—¡¡Hijo de puta!!
Los sobrevivientes escucharon a una chica gritar.
—¡Está en peligro! ¡Debemos ayudarla!
Una de las paredes se rompió. El causante de eso era una criatura gigante y muy diferente a los zombies.
—¡¿Qué es eso?!
—¿E-es un zombie con mutaciones?
—N-no… Se parece a un… ¿Orco?
El Orco gritó y la puerta detrás de los sobrevivientes se rompió.
Un segundo Orco entró a la escuela.
—¡¡Corran!!
El Orco corrió hacia ellos y sonrió.
—Carne rara.
Un poco lejos de ahí, una chica estaba sentada sobre el cuerpo sin vida de un Orco, observando una roca de color negro.
Chasqueó la lengua y guardó la roca en una bolsa.
—El gremio no me dará nada por una roca negra. Malditos Orcos inútiles. Tan fuertes que se veían y terminaron siendo unos inútiles.
Era una chica con orejas puntiagudas, cabello rubio y corto, ojos azules y vestimenta rara. Usaba ropa muy rara y llamativa. Un arco en su espalda, una blusa blanca rota y corta, una falda corta negra y guantes negros sin dedos. Era una chica con pocos pechos, a diferencia de su compañera, que se acercaba a ella.
—Ya revisé el área. Estamos en un lugar desconocido y hay miles de No-Muertos… Aunque estos son más raros.
Era una enorme chica de tres metros. A diferencia de su compañera, ella tenía pechos exageradamente grandes, cabello blanco y largo, ojos rojos y usaba simplemente un sostén rojo y una falda blanca. La mayoría de su piel era blanca rosada, excepto la mitad derecha de su rostro, que era morena.
—¿Por qué aparecimos en este lugar? ¿Qué clase de magia hizo esto, Rem?
—No lo sé.
Los dos Orcos salieron al patio de la escuela, en donde estaban ellas.
Estaban devorando sin piedad los cuerpos de los humanos.
—Por ahora, debemos enfocarnos en sobrevivir. Las demás deben estar aquí también.
—Tsk. Qué fastidio.
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Sigo acercándome y alejándome de los zombies. Esto es divertido. En un momento intentan matarme, pero después me ignoran.
—Me atacan si me acerco demasiado… ¿Por qué? ¿Estoy volviendo a ser un humano?
Me alejo de los zombies. Ya tuve suficiente diversión, debo seguir adelante.
—Creo que puedo averiguarlo más tarde.
Ser humano me traerá ventajas y desventajas… ¿Quiero volver a ser humano? Luego reflexiono sobre eso.
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Llego a la casa de la señora.
—¡Hola, le traje algo de comida!
La puerta se abre y veo a la señora.
—Gracias, pasa.
Entro y la señora cierra la puerta.
—Muchas gracias por la comida, nos queda poca.
—No hay problema.
Le entrego la comida.
Yo sospecho que no necesito comer mucho… Creo que comer una vez al día será suficiente. Aparte, puedo buscar comida sin correr peligro.
—Creo que me tengo que ir, no salgan.
—Por cierto, ¿por qué no te quedas con nosotros? Sería mejor que los humanos normales estén juntos y nos ayudemos entre sí. Tal vez puedas usar tu inmunidad para matar a los zombies y ayudar a las personas.
—No… Tal vez pueda ayudar, pero no puedo estar cerca de las personas.
—¿Por qué?
—Tal vez lo mejor sea que no lo sepas.
—Por favor, dime.
… ¡Odio ser un pervertido! ¿Cómo puedo decirle que no a una mujer mayor y soltera…? Bueno, viuda.
—¿Promete no asustarse?
—Claro, lo prometo.
Tienes suerte de que seas linda.
Me quito los lentes.
—Soy un zombie, no sé por qué puedo hablar, pero no me comporto como los zombies normales.
Ella se sorprendió, puedo verlo en su rostro… Aunque no está temblando ni se alejó de mí. Eso es una buena señal.
—¿E-eres un zombie?
—Sí, por eso no puedo estar cerca de las personas, podrían tenerme miedo… Y hay otra razón un poco más perturbadora.
—¿Cuál es esa razón?
Lo mejor sería decírselo, para evitar problemas.
—Cuando me quedo dormido, pierdo la razón y me convierto en un zombie por completo.
Abro la puerta.
—Por eso me mantengo alejado de las personas… Soy un monstruo.
Salgo y cierro la puerta.
—Tal vez deba ayudar a matar a los zombies… Sí, como un zombie héroe… Aunque los zombies me están empezando a atacar…
Me acerco a un zombie.
—¿Por qué me atacan?
Me acerco a menos de un metro y me intenta atacar.
—Mierda.
Intento correr, pero tropiezo y caigo al suelo… ¡Uwaaaah! ¡Soy un idiota!
—¡Mierda!
El zombie se sube arriba de mí. ¡Qué asco! ¡Apestas demasiado!
—¡Aléjate!
Intenta morderme el cuello y lo alejo con mis manos.
—Vete…
Pongo mis manos en su cuello y lo ahorco.
—Te dije… ¡que te alejes!
Lo ahorco con todas mis fuerzas y le destrozo el cuello… ¡¿Eh?! ¡¿Le destrocé el cuello?! ¡Su cabeza cayó al suelo! ¡Genial!
—¡Sí!
Algo de su sangre cae en mi boca.
¡Asqueroso! ¡Sabía a excremento!
—¡Qué asco!
Me levanto y empiezo a escupir.
—Sangre de zombie, qué asco.
Pero…. hice algo increíble.
Veo mis manos… Soy… ¿Soy fuerte? Los zombies no pasan por el proceso de descomposición todavía… Decapité a un zombie con mis manos… ¿Tengo fuerza sobrehumana o algo así?
—Vaya… ¿Yo hice eso? Le destrocé el cuello.
Más zombies están llegando… Mejor me alejo de ellos.
Me alejo de los zombies.
—Mierda, aún siento el sabor en mi boca.
Me empieza a doler la cabeza. Oh, no… No otra vez.
—¡¡Ahhhhh!!
Caigo al suelo.
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Una hora después.
Me despierto en medio de un bosque.
—¿Qué me pasó?
Me levanto… No reconozco este lugar.
—¿En dónde estoy?
Aún tenía los lentes… Mi ropa está bien… No me duele nada… Estoy bien.
… Estoy muy lejos de mi nueva casa.
—¿Me volví zombie?
Qué raro… No tenía sueño.
Espera… ¡¿Me volví zombie?!
Me reviso la boca… Bien.
Suspiré aliviado. No asesiné a nadie.
—Bien, no estoy manchado.
Me reviso la camisa.
—Nada, perfecto.
Empiezo a caminar… Creo que estoy un poco perdido.
—¿Por qué estoy en un bosque?
Me empieza a doler la cabeza. ¡Puta madre! ¡¿Por qué el dolor de cabeza es tan fuerte?!
—¡Mierda!
Recuerdo lo que me pasó… No seas mamón… ¿Tan estúpidos son los zombies?
—¿Es en serio?
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Una hora antes.
Me levanté transformado en zombie.
—Ahhh.
Observé a un conejo muy adorable y lo empiezo a seguir.
—¡¡Ahhh!!
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Una hora después.
Sigo al conejo hasta un bosque y de repente caigo al suelo.
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Presente.
… ¿Acaso soy más estúpido que los zombies normales? ¡Fui el único idiota que siguió a ese conejo!
—¡Estaba persiguiendo a un maldito conejo!
Yo soy idiota, pero no tanto… Mi yo zombie completo es un gran idiota.
Sigo caminando… ¿Cuánto tardaré en llegar?
—¡Corrí por mucho tiempo persiguiendo a un maldito conejo!
Espera… En primer lugar, ¿por qué me convertí en zombie? No me dormí… Creo
Me detengo.
—Aunque me convertí en zombie cuando no estaba dormido… Claro, es porque me cayó la sangre en la boca.
Es la única explicación que se me ocurre. La sangre humana activó mi naturaleza zombie.
Sigo caminando… Qué aburrido… Y yo que tenía planeado tener una aventura matando zombies de manera épica.
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10 minutos después.
Escucho unas voces… ¿Humanos?
—No, te lo digo, caminar por el bosque es una mala idea.
—La carretera está llena de zombies.
—Pero es muy difícil correr en este lugar. ¿Qué pasaría si nos encontramos con unos zombies?
—No seas cobarde, aparte tenemos cuchillos y una pistola.
Los veo, eran dos chicas y un chico.
Qué envidia me da ese chico. Está en un apocalipsis zombie con dos bellezas... ¿Serán sus hermanas o formó su propio harem?
... Mejor dejo de lado mis pensamientos estúpidos.
—Mierda, mejor me voy.
Me alejo de ellos.
—¡Oye, ¿estás solo?!
... No logré irme a tiempo.
—Mierda.
Me doy la vuelta.
—¡Sí, pero estaré bien! ¡Adiós!
Me alejo. No debo involucrarme con humanos.
—¿No quieres acompañarnos?
Me dolerá rechazar esto, pero debo hacerlo.
—¡No, graci…!
Veo a un grupo de zombies a lo lejos.
—¡Escapen!
—¿Eh?
Los tres se dan la vuelta y ven a los zombies.
—¡¡Ahhh!!
... ¿El chico fue el único que gritó? Qué llorón.
Una de las chicas le tapó la boca.
—¡No grites, idiota!
Sí, son idiotas... ¡No hagan tanto ruido!
Los zombies empiezan a correr... Demasiado tarde.
—¡Mierda!
El chico empieza a disparar.
—¡Mierda! ¡¿Por qué no les doy?!
... Tanta estupidez me hará vomitar.
¡No desperdicies balas, idiota!
Me dirijo a ellos. Necesitarán demasiada ayuda.
—¿Me podrías dar un cuchillo?
—Sí, toma.
Una chica me da un cuchillo y lo tomo.
—Deben alejarse.
Me dirijo a los zombies.
—¡¿Qué haces?!
Empiezo a matar a los zombies. Entra cuchillo y muere. Entra cuchillo y muere... Debo pensar en maneras más geniales de hacer esto.
—¿Por qué no lo atacan?
Es cierto.
Me doy cuenta de que los zombies me ignoran, aunque esté muy cerca.
—¿Ya no quieren atacarme?
Tres zombies se dirigen a ellos.
—¡¡Huyan!!
Los tres salen corriendo... ¿Por qué se quedaron parados cuando les dije que se alejen? ¡Son estúpidos!
—¡¡Ahhh!!
Me dirijo a los zombies corriendo.
—¡¡Aquí estoy yo!!
Los alcanzo fácilmente... ¿Eh? Los alcancé en menos de 2 segundos... ¡¿Mi velocidad también aumentó?!
—¿S-soy más veloz?
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Unos segundos después
Los maté a todos... Bien... Perfecto.
—Bien… Ya son todos.
—¡¡Increíble!!
—¡¿Por qué no te atacaron?!
Ya me cansé de repetir mi historia.
—Es un secreto. Adiós.
Me alejo de ellos.
Mierda… ¿Por qué me ignoran de nuevo? ¿Qué soy realmente? Soy un maldito fenómeno.
Una chica me toma del brazo.
—Por favor, dinos.
En una situación normal, me pondría feliz, pero no puedo relacionarme con humanos normales.
—No puedo… Adiós.
Me suelta y empiezo a caminar.
—Iremos a un refugio que está a unos kilómetros de aquí, lo escuchamos en la radio. ¿No quieres venir con nosotros?
—No puedo estar cerca de las personas… ¿En dónde está?
—El refugio está en la ciudad Hersi, dicen que la ciudad está libre de zombies.
—¿Una ciudad libre de zombies? No creo que sea verdad.
—Tenemos la esperanza de que sea verdad.
—Bueno… Creo que iré después. Adiós.
Empiezo a correr.
—Bueno… Tal vez le ayude a esa señora a llegar al refugio.
La dejaré en el refugio y viviré en soledad por el resto de mi vida... Nah. La dejaré y viviré aventuras. Tengo la esperanza de encontrar personas como yo.
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Una hora después.
Llego al pueblo... Solo tengo una cosa que decir.
—¡¡Esto es increíble!!
Sigo corriendo... ¡Nunca me canso! ¡Mi cuerpo es increíble! ¡Es rápido, ágil, nunca se cansa y se regenera! ¡Mi cuerpo es sorprendente!
—¡Corrí como por una hora y no me cansé!
Llego a la casa en donde dormía y entro.
—Bien, necesito cuchillos y el machete.
Tomo dos cuchillos y el machete. Encontré este machete en las herramientas que tenía el dueño de esta casa. Es mucho mejor que el anterior.
—Bien, creo que debo hacer lo que la señora me dijo y ayudar a las personas.
Salgo de la casa y me subo a la motocicleta.
—Bien, tengo que hacer mucho ruido y atraer a los zombies.
Enciendo la motocicleta.
—¡¡Vamos!!
(Nota del autor: No olviden leer "Soy un ser inferior con la habilidad de seducir mujeres" y "Humanos contra demonios". Las tres historias comparten universo, pero no es necesario leerlas para entender esta novela. Síganme en twitter: @HectorAngelAlv2)