Primero, dudó de su hermana, luego de su padre, y ahora incluso su madre tenía que disculparse en su lugar. Lázaro apretó los puños y rechinó los dientes de rabia.
Estaba decepcionado de sí mismo.
—Bueno, tampoco puedo culparlo del todo. Quizás habría hecho lo mismo si estuviera en su posición. La familia está por encima de todas las razones, después de todo —Nux respondió mientras asentía continuamente a sus propias palabras.
Lázaro miró a Nux con una expresión de sorpresa en su rostro.
Nux, sin embargo, ignoró completamente eso y miró a Melia,
—Además, no quisiera ver una expresión de decepción en esa cara tan linda tampoco. Puedo entender completamente de dónde viene Lázaro —Al escuchar esas palabras, Melia abrió los ojos sorprendida, luego, su rostro se enrojeció levemente mientras desviaba la mirada, sin ver a nadie.
Al ver su reacción, las esposas de Lázaro levantaron las cejas sorprendidas.