Joel estaba practicando en el jardín, perfeccionando sus nuevas habilidades con el viento. Decidió mostrar a sus hermanos una de sus técnicas más recientes. Se consentro y lanso una rafaga de aire que hizo levitar una pequeña roca sercana.
Nathan Fitzroy: (aplaudiendo) Impresionante, Joel ¿Sabes qué? Déjame mostrarte algo también.
Nathan, con su afinidad por el fuego, creó seis bolas de fuego y comenzó a hacer malabares con ellas. Las bolas giraban en el aire, creando un espectáculo de luces cálidas y danzantes.
Lucas Fitzroy: (con tono divertido) Presumido.
Nathan, actualmente de catorce años, era alabado como un prodigio en la capital. A los diez años, había derrotado a tres caballeros él solo. Lucas, aunque no tan impresionante como Nathan, todavía era formidable. Con diez años, podía mantenerse de pie contra un caballero en combate.
Joel observaba el espectáculo de su hermano mayor y decidió mostrar un poco más de su poder. Concentrándose, lanzó una cuchilla de viento que cortó una roca que estaba cerca, partiendo la roca en dos.
Nathan : (sorprendido) Joel, eso fue increíble. ¡Dobo decirle a papá!
Nathan, emocionado por el talento de su hermano menor, corrió a buscar a su padre para contarle la noticia. Mientras tanto, Lucas se acerco a Joel, buscando si se había hecho daño.
Lucas Fitzroy: ¿Estás bien? Eso fue increíble, pero no queremos que te lastimes.
Joel: Estoy bien, no te preocupes
Alexander Fitzroy llegó rápidamente al jardín, seguido de Nathan, con una expresión de expectativa.
Alexander Fitzroy: Joel, Nathan me dijo que hiciste algo increíble. ¿Puedes mostrármelo?
Joel: (asintiendo) Claro, papá.
Joel volvió a concentrarse y lanzó otra cuchilla de viento, cortando otro objeto cercano. Su padre observó con atención, impresionado por el control y poder de su hijo menor.
Alexander Fitzroy: (sonriendo) Joel, tienes un gran talento al igual que tus hermanos. Estoy seguro de que traeran orgullo a la familia.
Joel: (pensando) Estoy listo para cualquier desafío. Con este sistema, nadie podrá detenerme.
Joel sabía que su futuro estaba lleno de desafíos y oportunidades. Con una determinación, continuó practicando y observando, decidido a dominar sus habilidades y adaptarse completamente a este mundo.