¡Ting!
Sonó un mensaje de alerta.
"Por favor, ve al hospital a donar sangre lo antes posible"
Cuando Nicole vio este mensaje, se quedó atónita por un momento, como si su pecho estuviera siendo aplastado.
El nombre del remitente era Esposito.
¡Ting!
Inmediatamente le siguió otro mensaje, era un aviso del banco. Había recibido una transferencia de fondos de 500,000 dólares.
Nicole se desplazó hacia arriba para leer los viejos mensajes de texto que tenía con su esposo.
'Recuerda ir al hospital'
'Transferencia de fondos 500,000 dólares'
'Recuerda ir al hospital a donar sangre'
'Transferencia de fondos 500,000 dólares'
'Por favor, ven al hospital de inmediato'
'Transferencia de fondos 500,000 dólares'
En sus 3 años de matrimonio, la única razón por la que su marido, Eric Ferguson, iniciaba una conversación con ella era para pedirle que fuera al hospital a donar sangre. O, mejor dicho, para vender su sangre. La sangre de Nicole era vendida a Wendi Quade.
Fuera de esto, Eric trato a Nicole como una extraña durante todo su matrimonio.
Solo en ese mes, Nicole ya había donado sangre tres veces. Era más de lo que su cuerpo podía tolerar.
Nicole estaba sentada en el sofá mientras sus ojos, se volvían pesados y comenzaban a nublarse sin que ella se diera cuenta. Ayer, mientras esperaba que Eric saliera del trabajo, ella estuvo de pie mojándose con la lluvia durante más de una hora, por lo que hoy se sentía enferma y mareada y no se presentó en la oficina. Era probable que Eric tampoco supiera que ella tenía fiebre.
Tosió mientras sostenía el teléfono, dudando si responder o no. De repente, un numero desconocido le envió un mensaje que aplasto su última pizca de perseverancia y autoestima.
'Aunque te llamen señora Ferguson, no eres más que una fachada, alguien que porta descaradamente ese título desde hace 3 años. ¿Acaso Eric te ha mirado alguna vez? Anoche, durmió en mi casa. Si yo fuera tú, buscaría una cuerda para ahorcarme. ¡Solo eres una despreciable rompe hogares!'
¿Una rompe hogares?
Nicole de repente se sintió asfixiada, deprimida e inquita. Nicole era la esposa legal de Eric Ferguson. Ella había renunciado a su familia y a sus amigos para casarse con este hombre, ¿y aun así la tachaban de romper hogares?
Una vez más, sintió como si su pecho fuera aplastado. Todos esos sentimientos acumulados por Eric, a lo largo de sus humildes años como su esposa, de repente se hicieron añicos.
Después de ese mensaje, recibió una foto. Era del tranquilo rostro de Eric, durmiendo. Sus apuestos rasgos esculpidos eran como una sofisticada pieza de arte que la hacían sentirse atraída por él, como una polilla atraída por la luz. Esta foto era una prueba del mensaje anterior.
La mujer acurrucada en el hombro de Eric no era otra más que Wendy. Aunque ambos tenían los ojos cerrados, la curva al borde de los labios de Wendy era la prueba de que ella estaba despierta en ese momento.
Se veían como un par de amantes íntimos.
Su teléfono sonó de repente. Era una llamada de la Villa Ferguson.
Cuando Nicole contesto, la madre de Eric, Quinn, le ordeno secamente que se dirigiera para allá.
-Nicole, ¿has olvidado que día es hoy? Las sirvientas tienen el día libre, ¡así que date prisa y ven a cocinar para nosotros!
Nicole hizo una mueca de desdén y colgó el teléfono sin decir una sola palabra.
Ella había estado caminando en la cuerda floja en lo que se trataba a Eric, tratando de mantener lo que quedaba de este frágil matrimonio.
En la oficina, todo el mundo la subestimaba, pero ella seguía haciendo lo posible para desempeñar el papel de secretaria de Eric.
En casa, la madre y la hermana de Eric la denigraban por sus orígenes desconocidas. Eran malas y se metían con ellas cada vez que podían. Le daban ordenes, le pedían que cocinara, que lavara la ropa e incluso que limpiara la casa. Nicole, que se suponía que era la Joven Señora de la familia Ferguson, era tratada como una humilde sirvienta. Aun así, ella se mantuvo dócil y obediente. Además, nunca se quejó de nada de esto con Eric, por miedo a molestarlo o ponerlo en una situación difícil.
Había soportado tanto que se había vuelto indiferente a todo.
A pesar de lo mucho que la despreciaban los demás, Nicoles estaba dispuesta a persistir y soportar todo por el bien de Eric.
Sin embargo, en los últimos 3 años, Eric nunca parecía recordar que ella era su esposa. Lo más que se comunicaba con ella era cuando le daba trabajo en la oficina, cuando le urgía donar sangre o cuando le transfería dinero.
A este punto, Nicole se sentía agotada. No podía aguantar más.
No era la primera vez que Wendy intentaba provocarla. En el pasado, Nicole siempre podía aguantar esas duras y crueles palabras, pero esta foto pisoteo por completo su autoestima.
La humillación, la soledad y un escalofrío le envolvieron por completo.
En ese momento, la expresión en el rostro de Nicole mostraba tristeza. Por fin se había decidido.
Nicole busco la conversación con Eric en su teléfono y sin dudarlo, le envió un mensaje.
'Vamos a divorciarnos'
Aunque todavía se sentía mareada, sabía que era la decisión correcta.
Eric la llamo inmediatamente. Nicole ya estaba a la espera de su reacción iracunda en ese momento. La áspera y fría voz del hombre se escuchó mientras decía:
-Nicole, ¿ahora por qué estas armando un escándalo? ¿Cuánto quieres? Solo dime un número. El doctor dijo que Wendy está en un estado crítico…
Nicole reprimió con fuerza el mareo e interrumpió sus palabras. Sonrió fríamente y dijo con voz ronca:
-Eric Ferguson, te veré en el Ayuntamiento dentro de una hora o si no puedes verla morir.
Ella colgó la llamada después de decir esto. Inmediatamente después, recibió otro mensaje.
'Transferencia de fondos 1,000,000'
-Ja, ja, ja, ja
Nicole se rio a carcajadas mientras sus lágrimas brotaban sin control de sus ojos.