—Este es el lugar —señaló Krystal Flack una tienda llamada Audrey Car Beauty.
Al ver que había acceso por dentro, Basil Jaak condujo su coche directamente hacia adentro.
—¡Bienvenidos! —los saludó inmediatamente un empleado.
Basil Jaak y Krystal Flack salieron del coche.
—¿Dónde está Audrey? —preguntó Krystal.
Reconociendo a Krystal, el empleado explicó con una sonrisa:
—Audrey ha salido a resolver unos asuntos. ¿Les gustaría esperar un rato?
Krystal negó con la cabeza y dijo:
—Mejor no molestarla si ha salido. He venido hoy para hacerle un servicio al coche de Basil. ¿Podrías decirme cuánto costaría la pintura para retocar la zona astillada y cuánto tiempo llevaría?
Al escuchar que estaban allí por negocios, el empleado lo tomó muy en serio e invitó:
—Señorita Flack, por favor, tome asiento adentro, voy a llamar a un técnico para inspeccionarlo.
Girando la cabeza, Krystal preguntó:
—¿Qué piensas, Jaak?
Basil asintió en acuerdo:
—Vamos a sentarnos y esperar.