Tonpa: —Buen trabajo, chicos— comentó con una sonrisa maliciosa.
Amori (serio): — está acabado... para bien.
Umori (relajado): —Nada mal para ser un novato— añadió, cruzando los brazos.
Imori (con frialdad): —Es triste verlo hundirse así.
Amori (con respeto): —Eres bueno apuntando a las debilidades de la gente, Tonpa.
Tonpa (sonriendo): —Je... vivo para eso.
Mientras tanto, en el túnel, los aspirantes se observaban entre ellos, algunos buscando rivales, otros manteniéndose alerta.
Hanzo: —¡Miren!— exclamó, señalando hacia el horizonte del túnel.
Toda la multitud miró con sorpresa. Unas escaleras interminables aparecían frente a ellos.
Satotz: —Hemos alcanzado los 80 km. A partir de ahora... aceleraremos un poco— dijo con calma antes de empezar a saltar entre los escalones, dejando una gran distancia entre él y los aspirantes. No mostraba ninguna señal de fatiga.
Los aspirantes más agotados empezaban a quejarse.
Aspirante: —¿Qué sucede con este tipo? Parece que solo estuviera de paseo.
Geretta (en tono bajo a Bourbon): —Probablemente algunos se queden atrás en esta parte.
Cerca de ahí, Leorio, sin camisa y con su saco amarrado a la cintura, corría con gran esfuerzo, visiblemente agotado.
Kurapika: —¿Estás bien, Leorio?
Leorio (jadeando, pero con una sonrisa): —¡Fantástico! ¡Mejor que nunca! Descubrí que puedo correr cuanto quiera si dejo de preocuparme por mi apariencia. ¡Llegaré al final aunque sea desnudo! Sigue adelante y finge que no me conoces si quieres.
Kurapika soltó una leve risa. —Tiene un buen punto— pensó. Se quitó el tabardo azul con bordes naranjas, mostrando el traje de entrenamiento blanco que llevaba debajo, y empezó a seguir a Leorio.
Kurapika: —¿Puedo preguntarte algo?
Leorio: —¡Guarda tu energía para correr, no para hablar!
Kurapika (serio): —¿Realmente solo quieres ser cazador por el dinero? Apuesto que no. Te he conocido solo unos días, pero ya sé que eres un tonto indiscreto...
Leorio (frunciendo el ceño): —¿Es en serio?
Kurapika: —...pero materialista no eres. La gente que solo busca dinero no tiene esa dedicación.
Leorio (con sarcasmo): —¡Vaya! Parece que sabes muchas cosas.
Kurapika (bajando el tono): —Los Ojos Escarlata...
Leorio (confundido): —¿Los qué?
Kurapika: —Es por eso que los Kurta fueron atacados.
Mientras avanzaban, algunos aspirantes yacían derrotados en los escalones, luchando por mantenerse en pie.
Kurapika: —Los Ojos Escarlata son un rasgo especial de mi clan. Nuestros ojos se vuelven de un color escarlata intenso cuando experimentamos emociones fuertes. Permanecen así incluso después de la muerte. Ese escarlata es considerado uno de los colores más hermosos del mundo.
Leorio: —¿Y por eso fueron atacados por la Brigada Fantasma?
Kurapika (con rabia contenida): —Robaron los ojos de cada uno de los cadáveres... Todos fueron asesinados. Mi objetivo es capturar a la Brigada y recuperar los ojos de mi clan.
Leorio (serio, pensativo): —Probablemente ya los vendieron en el mercado negro... a ricos y poderosos que ni siquiera puedes acercarte.
Kurapika: —Pero los cazadores pueden. Un cazador con un contrato puede obtener acceso e información.
Leorio (con un tono sombrío): —¿Contratos? Nadie respeta a esos cazadores. No tienen honor. Solo son perros buscando una recompensa.
Kurapika (con firmeza): —Mi orgullo no importa comparado con el sufrimiento de mi gente.
Leorio (bajando la cabeza): —Lo siento.
Kurapika (confundido): —¿Qué?
Leorio (más tranquilo): —Me temo que no tengo motivos tan nobles como los tuyos. Yo solo busco dinero.
Kurapika: —¡Eso no es cierto! No todo puede comprarse, Leorio, y lo sabes.
Leorio (con un amargo sarcasmo): —¡Sigue soñando! Todo tiene un precio: la vida, los corazones humanos... incluso los sueños. No hay nada que no se pueda comprar.
Kurapika (con indignación): —¡Qué cosas tan horribles dices, retractate!
Leorio (con una mirada sombría): —¿Y qué? Es la verdad. Mi amigo seguiría vivo si hubiéramos tenido dinero.
Kurapika (sorprendido): —Leorio...
Leorio (con voz apagada): —Pudo haberse salvado con una cirugía, pero el costo era absurdo. Decidí que me haría doctor para curar a niños con la misma enfermedad sin cobrarles ni un centavo. Pero... ¿yo, un doctor? ¡Qué broma! ¿Tienes idea de cuánto cuesta volverse doctor? ¡Es ridículo! ¡Todo gira en torno al dinero! ¡Por eso quiero dinero!.
Mientras corrían a toda velocidad por el túnel, en la cabecera Marco se mantenía al lado de Satotz sin ningún esfuerzo aparente, como si fuera un simple paseo. A pesar del ritmo intenso, su respiración era tranquila, casi aburrida.
Marco - Estoy empezando a aburrirme. Pensé que habría obstáculos, bestias o trampas...
Satotz giró la cabeza brevemente hacia él, sorprendido por la calma del chico.
Satotz - Tal vez te encuentres con algo más interesante más adelante.
Marco esbozó una ligera sonrisa ante esa respuesta. Sin embargo, su mente seguía ocupada en pensamientos más profundos. Incluso en medio del bullicio de los demás participantes corriendo, podía oír la conversación lejana entre Leorio y Kurapika. Ambos hablaban con pasión sobre sus metas, lo que le hizo sonreír de manera irónica.
Marco (POV):Es curioso... ambos tienen grandes razones para estar aquí. ¿Qué pensaría Kurapika si le dijera mis motivos? Yo solo quiero ser el cazador más fuerte... aunque últimamente ni siquiera estoy seguro de eso. Quizás solo busco algo de competencia o... más emoción en mi vida. ¡Qué frustrante!
Su rostro empezó a reflejar esa frustración interna, mientras continuaban corriendo. Satotz, que no dejaba de observarlo con interés, notó el cambio en su expresión y lo miró con curiosidad, intrigado por lo que podría estar pasando por la mente de Marco.
A mitad del caminos por las escaleras...Numero de bajas: 37.
En la cabecera del túnel, Marco corría junto a Satotz cuando Gon y Killua finalmente lograron alcanzarlos, uniéndose a su lado.
Gon - ¡Estamos adelante de todos!
Killua - Ajá, es porque ha bajado el ritmo. Ir lento te cansa más rápido.
Marco - ¡Enhorabuena! Han logrado alcanzarnos.
Killua - Ni que fuera tan difícil. Quizás todo el examen sea así... tedioso y aburrido.
Marco - ¡Ojalá que no!
Gon miró a Killua, curioso.
Gon - ¿Y tú, por qué quieres ser cazador?
Killua - Ese es el asunto, Gon... no es que quiera ser uno. Solo estoy interesado en el examen. Escuché que era realmente difícil, pero ha sido... decepcionante.
Gon - ¿Y tú, Marco? Recuerdo que dijiste que en tu clan todos eran cazadores. ¿Es por eso que estás aquí? ¿Es alguna especie de requisito?
Marco - Nah, hay miembros bastante fuertes en mi clan que no son cazadores. Solo algunos lo son. Yo quiero ser cazador porque la mayoría de los fuertes son cazadores. ¡Y yo quiero ser el más fuerte!
Killua pensó para sí mismo: El más fuerte, eh... qué ingenuo.
Killua - ¿A qué clase de clan perteneces?
Marco - Para ti eso es un secreto. Je je je... empieza a reír como un villano.
Killua - ¡Eh! frunce el ceño ¡No me lo digas! ¡Tampoco me interesa!
Killua - ¿Y tú, Gon?
Gon - ¿Yo? Mi papá es un cazador... y yo quiero ser justo como él.
Killua - ¿Cómo es él?
Gon - ¡No lo sé!
Marco - JAJAJAJA
Killua - buff ¡Qué raro eres, Gon! Jajaja
Gon - ¿De verdad? Fui criado por mi tía desde que era un bebé. Solo he visto a mi papá en una foto. Pero hace algunos años conocí a un hombre llamado Kite. Él conocía a mi papá y me habló mucho de él.
Flashback de Gon
Kite, un hombre alto con cabello largo y blanco y una gorra, estaba con un Gon más joven sentado en un tronco.
Kite - ...El descubrimiento de las ruinas de la civilización Lurka, el establecimiento de un programa para alimentar a lobos de dos cabezas, la excavación de las minas de oro en Congo, la aniquilación de la pandilla de ladrones de Kute.
La cacería de Ging es amplia y no tiene límites. Ging podría ser un cazador de triple estrella, pero no se ha molestado en aplicar para la clasificación.
Un cazador de triple estrella. Es la categoría más alta dada a un cazador. Hay menos de diez en el mundo. Entre los requisitos se incluyen varios logros de repercusión global o descubrimientos históricos de gran relevancia.
Fin del flashback
Marco - Tu padre parece ser una leyenda, Gon.
Killua - ¡Sí! ¡Sí que es asombroso!
Gon - Kite cree que lo es. Parece estar más orgulloso de mi papá que de sí mismo. Eso es lo que me motiva a querer seguir sus pasos.
Mientras Gon terminaba de hablar, una luz comenzaba a formarse a lo lejos: era la salida del túnel. Los demás aspirantes se motivaban por salir, y Gon, Killua y Marco empezaron a acelerar el paso.
Hanzo - Ufff, ¡finalmente podré salir de este oscuro túnel!
Por otro lado…
Kurapika - ¡Solo unos pasos más, Leorio!
Leorio - ¡¡Al fin!!
Y al mismo tiempo, junto con Satotz, Marco, Killua y Gon cruzaban la meta.
Killua y Gon - ¡¡Gané!! gritaron al mismo tiempo mientras cruzaban la meta.
Gon - ¡Yo llegué primero!
Killua - ¡No! ¡Yo llegué primero!
Marco - Oigan... El primero en cruzar fui yo.
Gon - Señor Satotz, ¿quién llegó primero?
Satotz - Los tres llegaron a la meta simultáneamente.
Marco miró a su alrededor, maravillado por el paisaje que se extendía ante él.
Marco - ¡Qué lugar tan hermoso...! dijo mientras observaba los verdes y oscuros matices del pantano, sintiendo la humedad en el aire.
Mientras la mayoría de los aspirantes restantes se reunían en la salida, se notaba que estaban agotados, sudorosos y demacrados. Algunos lucían completamente indiferentes, preguntándose en silencio dónde se encontraban.
Satotz, en medio del bullicio, se hizo escuchar.
Satotz - Esto es la Ciénega Numelle, también conocida como "El Pantano de los Tramposos". Esto comprende la segunda etapa de la primera fase, así que por favor tengan eso en cuenta.
La expresión de los aspirantes cambió al escuchar el nombre del lugar.
Satotz continuó con tono serio - Hay muchas criaturas astutas y voraces que son exclusivas de estos pantanos, y los engañarán y comerán en un abrir y cerrar de ojos, con mucho gusto. Síganme y permanezcan concentrados. Si son engañados... están muertos.