—Probaremos los otros labios cuando estés lista —dijo Noah con su voz grave y ronca. Sus intenciones eran castigarla, pero parecía que era él quien realmente se estaba castigando a sí mismo.
—Paul me habló de tu pequeño encuentro con Mark Yong —el corazón de Anna se aceleró de nuevo, esta vez por miedo.
—Yo... Yo... Nos... Casi me caigo y él me ayudó. No fue intencional —dijo ella.
—Sí, él me lo contó —Noah asintió entendiendo y Anna soltó un pequeño suspiro de alivio. Pero sus siguientes palabras la pusieron ansiosa otra vez—. Estaba un poco enojado cuando me lo contó —dijo Noah.
—Me pongo celoso fácilmente, mi dulce niña. No me gusta cuando otros hombres tocan lo que es mío, me altera mucho y me veré obligado a matarlos —ella lo miró con la boca abierta.
—No ha llegado a eso, no le permití decirme nada
—Lo sé, pero ahora también siento que estás intentando defenderlo y eso me perturba