—Veo... Qué temible atributo natural tener —Heli estaba tratando de contenerse para no tocarse a sí misma. Mientras ella se resistía, su pequeño grupo de amantes eran causas perdidas y estaban sentados ahí con las manos entre sus muslos.
—Es por esto que él normalmente trata de no entrar en contacto con demasiadas mujeres que no sean de la ciudad. El contrato que la Hermana Lillia pone en las mujeres ayuda a alejar su encanto. Hoy es un poco especial ya que no esperábamos nada de esto —Noa explicó—. Luego preguntó:
— ¿Sobre lo que te dije?
—Ah sí... no me importa. Tus reglas también están bien. Pondremos una barrera de sonido y visión en el edificio que nos asignes —Heli no veía nada malo en seguir a Noa ya que habían sido amigas desde que eran pequeñas. Sabía que Noa nunca le permitiría sufrir.